La Biblioteca Pública de Villaralbo debe su origen a un destacado personaje, Julio Luelmo Luelmo, un escritor, filósofo y abogado que rehabilitó una casa en su pueblo natal y la dotó de su primer fondo bibliográfico, un fardo de libros traídos en barco desde su exilio de Méjico.

Julio Luelmo Luelmo, también conocido por su seudónimo de Mauro Olmeda (Villaralbo, 1906-Madrid, 1986) era un "niño frágil y albino" según se refleja en la documentación que existe sobre el, nace en el seno de una familia muy creyente dedicada a la explotación agrícola. Estudia en Salamanca y Derecho en Madrid, y en 1930 llega a Zamora como abogado del Estado.

Su primer "gesto de rebeldía" es su participación en la fundación de la Agrupación Republicana de Zamora. En los años 30 vive en Madrid y durante la guerra es director general del Ministerio de Administración Local. Es uno de los republicanos que se tiene que exiliar, a bordo del barco holandés "Statendam", y finalmente llega a Méjico en 1941, donde permanece treinta años, trabajando como traductor y como autor de sus propias obras. Con el seudónimo de Mauro Olmeda publicará una serie de libros en los que estudia la cultura azteca, la dominación española y la independencia de los pueblos latinoamericanos. En 1949 ingresa en el Partido Comunista.

En octubre de 1957 desembarca en Cádiz, con un gran fardo de libros como equipaje que le son requisados al entrar a España. Semanas después, mediante soborno, recupera los libros y posteriormente rehabilita una antigua casa en Villaralbo, su pueblo natal y dona todos esos volúmenes que le habían acompañado durante su exilio. Funda así la Biblioteca Pública de Villaralbo.

En 1969 reingresa en el Cuerpo de Abogados del Estado y vive en Madrid, donde sigue escribiendo libros con su nombre real y el seudónimo de Mauro Olmeda. Es autor de obras sobre todo tipo de materias: el materialismo histórico, el marxismo, la biografía del capitalismo y el socialismo, los conceptos culturales de las religiones, las estructuras de las tribus primitivas o el desarrollo de la agricultura en Europa y América. Y tiene también dos obras sobre El ingenio de Cervantes y la locura del Quijote. Miguel de Cervantes es, aún hoy, el nombre que lleva la biblioteca pública de Villaralbo que él fundó.

El benefactor villaralbino entregó la vivienda al municipio para que tuviera utilidad publica, el Ayuntamiento propone la biblioteca y le hace saber que llevaría su nombre", pero según consta en las actas de entonces no lo acepta y propone que se bautice la sala de lectura como Miguel de Cervantes" explica la bibliotecaria Ester Sánchez.