El estudio delata que "el recurso micológico alcanza una gran importancia en Aliste, Tábara y Alba: en la naturaleza por la relación directa con los ecosistemas, en la economía por el numero de recolectores y empresas, en la sociedad por el micoturismo y en la cultura". Pero no todo son bondades: "uno de los problemas más graves que se presentan en la zona es el progresivo envejecimiento de la población y el abandono de los pueblos sobre todo de la gente joven como consecuencia de los efectos económicos y sociales". El análisis delata como principal debilidad "la baja densidad de población y la alta tasa de envejecimiento junto a la falta de formación específica para el reconocimiento de hongos y la gestión sostenible".

En cuanto a las amenazas sobresalen la "sobre explotación del recurso, la degradación de los ecosistemas, desaparición de hongos que no son susceptibles de aprovechamiento y posibilidades de que se produzcan incendios forestales". Entre las fortalezas se destacan "abundancia de montes y bosques productores de hongos". Las oportunidades se centran en unas "buenas expectativas de mercado y consumo, concienciación de los productores, vehículo de educación medioambiental y mayor preocupación por la gestión sostenible del recurso".