"Es sobrecogedor poder ver a cinco o seis metros a un lobo en un hábitat natural, ver cómo la manada se junta. Es de un valor extraordinario", así resumía el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el cara a cara con una de las manadas parapetado en los miradores. "Animo a todo el mundo que venga" resumía su experiencia. A la pregunta de si le pareció estar en un zoo respondió contundentemente: "No. No es un zoo de ninguna de las maneras, esto es un hábitat natural. Hablamos de un espacio muy amplio y no creo que se compare con un zoo. Hay alguna asociación que puede poner algún "pero", aunque creo que es más importante valorar la concienciación y la conservación. Esto es de valor impagable que si tiene algún coste hay que asumirlo".

Las dos Isabeles (vecinas de Robledo) esperan entre tanto para hacerse una foto con el consejero con los recuerdos flor de piel? de cuando el lobo le arrebató alguna oveja cuando aún eran pequeñas pastoras.