La campaña de marcaje y anillamiento de aves organizado por la Casa del Parque de las Lagunas de Villafáfila, a través de la Fundación del Patrimonio Natural y con la participación de voluntariado ambiental, concluyó este fin de semana con más que satisfactorios resultados, tanto por el número de personas que colaboraron en las actividades como por el número de aves y de especies marcadas.

El biólogo de la Casa del Parque El Palomar José Miguel San Román informó ayer que "a lo largo de 10 jornadas de voluntariado, en las que han colaborado 98 voluntarios (desde los 8 años de edad los más jóvenes, hasta los 50 años de algunos de los adultos) y 8 anilladores expertos pertenecientes al Grupo Ibérico de Anillamiento (GIA), se han conseguido marcar más de 500 aves, pertenecientes a 33 especies diferentes".

Precisó, sobre el particular, "que las especies que han aportado un mayor número de capturas, durante esta campaña, han sido los mosquiteros comunes (Phylloscopuscollybita) y musicales (Phylloscopustrochilus), junto con los papamoscas grises (Ficedula hypoleuca) y las currucas capirotadas (Sylvia atricapilla), todas ellas especies habituales en la reserva Natural durante los pasos migratorios. Pero también se han capturado algunas especies no tan frecuentes en la zona, como el torcecuello (Jynx torquilla) o el colirrojo real (Phoenicurusphoenicurus)".

El biólogo subraya que "para el perfecto desarrollo de esta campaña de anillamiento, ha sido crucial el apoyo de todos los voluntarios, sin cuya ayuda no se hubiera podido llevar a cabo. En este sentido, en la última jornada hemos contado con la ayuda de un grupo de niños y jóvenes de la A.J. Scouts Benavente. Gracias a su colaboración, hemos podido efectuar diferentes trabajos de desbroce y limpieza en los lugares donde se instalan las redes para la captura de las aves. El interés y el esfuerzo de estos chavales, nos ha permitido dejar en perfecto estado las zonas de trabajo, así como capturar en una sola tarde más de 60 aves".

Destacar también, el esfuerzo realizado por los voluntarios durante el anillamiento de gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) realizado el pasado mes de junio, para el cual los participantes tuvieron que nadar, remar en piraguas, enterrar los pies en el fango de las lagunas y aguantar las temibles picaduras de los abundantes mosquitos.

Hace hincapié en que "todos los datos obtenidos mediante el anillamiento, resultan de enorme importancia para los gestores de la Reserva, ya que permiten conocer entre otros aspectos, que especies son las más abundantes en este Espacio Natural, cuales son los momentos de máxima afluencia de cada especie, como van cambiando las poblaciones de estas aves a lo largo de los años, etc". Indica, además, que "el conocimiento exhaustivo de todos estos aspectos de la biología de las aves, es básico a la hora de tomar decisiones en la gestión de cualquier Espacio Natural Protegido".

Las actividades realizadas en Villafáfila, han estado centradas en el marcaje y seguimiento de aves, mediante la técnica del Anillamiento Científico y se han desarrollado en primavera, durante los meses de abril y mayo, así como en septiembre y octubre, durante el otoño, coincidiendo en ambos casos, con el auge de la migración de las pequeñas aves por la Reserva Natural.