La estampa de las riberas sin gota de agua en sus cauces, la visión de numerosas lagunas resecas y que hacen pasar a los ganados de largo, la imagen de las fuentes tradicionales sin dejar correr más que unas puras gotas sus pilas, y el bajo nivel de los embalses hidroeléctricos dan fe de que la sequía está instalada en la provincia de Zamora desde hace tiempo. "Cayó un poco de agua, pero la necesidad de la tierra era tan grande que la consumió nada más verla. El suelo está majito y el fruto sembrándose, pero agua no hay" afirma José María Estévez, de Gáname, que afirma que los ganaderos "lo están pasando fastidiado con las ovejas".

También lo pasan mal las aves acuáticas que hace unas fechas surcaban felices sobre la superficie de decenas de charcas. Han tenido que buscar sitio en las mangas de los embalses y en los estuarios o remansos de los ríos para seguir adelante. Las almendras y otros frutos notaron en sus cuerpos el efecto de la falta de agua y este año rebajaron las expectativas de las campañas hasta la medianía.

"Ahora mismo no sobra nada de agua" afirma el ganadero Manuel Bárbulo, de Fornillos de Fermoselle, que ha visto el azote de la sequía en que algunos árboles tan duros y pervivientes como las encinas, que no han soportado la sed y han muerto.

Hay agricultores que estos días no dejan descansar al tractor porque miran para el cielo y, al ver nubes, creen que descargarán las precipitaciones en cualquier momento y se encharcarán los suelos. Temen incluso que se atollen las máquinas. Pero las lluvias se hacen esperar con la carga esperada, aunque hay confianza en que el tiempo responderá.

Prueba de que el agua ha sido un bien escaso este año es que la compañía Iberdrola ha visto disminuida la generación eléctrica en la provincia de Zamora, en los tres primeros trimestres del 2015, en un 29,8 por ciento, respecto al mismo periodo del año anterior. La empresa indica que la producción anual acumulada al día primero de octubre del presente año ha sido de 1.512,3 gigavatios por hora (GWh), en tanto que el pasado año la producción fue de 2.165,4 GWh.

El conjunto de los embalses de Iberdrola, en la cuenca del Duero, almacenaban a primeros de mes un total de 3.112,10 hectómetros cúbicos de agua, cuando en el año 2014 el depósito ascendía a 3.628,01 Hm3. Al encontrarse al 67,5% de su máxima capacidad "al cierre de septiembre, la generación de energía eléctrica de las centrales hidráulicas de la cuenca del Duero fueron un 29,2% inferiores al pasado año".

Los embalses más sobresalientes de la provincia, Almendra y Ricobayo, muestran un visible vacío y su trayectoria es hacia un mayor descenso, que se nota casi de una jornada para otra. Almendra, con una capacidad de 2.586 hectómetros cúbicos, tiene menos de 1.974 almacenados, y Ribobayo está a menos del 77,2%.

Mantienen el volumen en altas cotas otros embalses de Iberdrola de menor capacidad y sin capacidad de regulación, por los que el río fluye confundido con el depósito almacenado, como es Valparaíso, Agavanzal, Villalcampo y Castro.

La empresa Iberdrola informa que, respecto a los embalses de la cuenca del Tera, al primer día de octubre Cernadilla estaba al 18% de su capacidad, Valparaíso al 94,5%, y Nuestra Señora de Agavanzal al 88,4%. En lo tocante al Ricobayo, en el río Esla, disponía de un volumen de 517,4 hectómetros cúbicos, que supone el 43,9% de su capacidad. En cuanto a los embalses del Duero, al primero de octubre Villalcampo y Castro se acercaban al llenado con el 93,4 % y el 94% respectivamente. También los salmantinos de Aldeadávila y Saucelle gozaban de buenas disposiciones de agua con al estar, el primero, al 90,1%, y al 96,4% de su capacidad el segundo. Estos altos niveles permiten al bombeo jugar su jugoso papel en la producción de energía eléctrica. La eléctrica resalta que "esta modalidad de energía representa entre el 15% y el 20% del total de la producción en España".

La carestía de agua que ofrecen los abrevaderos han levantado algunas quejas como es el caso de José María Estévez, de Gáname, que critica que un bebedero se mantenga inoperativo por la absoluta dejadez de no colocar una batería a un placa solar que suministra la corriente al motor de bombeo. Daba para abastecer una o dos piaras de ovejas, o unas vacas. Esta situación obliga al ganadero a subir hacia el monte solo para dar de beber agua a los animales en unas charcas que se hicieron cuando se construyó la carretera a Abelón y que aún mantienen agua.

Ayer todo el mundo miraba hacia el cielo, con el deseo de que las nubes humedecieran los campos, recargaran las lagunas y los acuíferos y elevaran la cota de los embalses.