Cuatro de las seis especies de esponjas de agua dulce conocidas en España tienen su presencia en los ríos mejor conservados de Zamora. Tres aparecen en los cauces de Sanabria y Carballeda, y otra en Aliste. Aunque una de ellas también halla acomodo en aguas algo menos saludables, en el Eria, son seres que gustan de los paraísos sanos. Como todo lo que vive o sobrevive en el río, estos especiales animales "no escapan a los negativos impactos de la contaminación que producen los vertidos indepurados ni tampoco al efecto de las sequías" al decir del biólogo Javier Morales.

El conocimiento sobre la fauna de esponjas dulceacuícolas apenas si pasa por escuetas reseñas o citaciones realizadas por investigadores que hace años repararon en las comunidades bióticas como el prestigioso Ramón Margalef. Tan "pobre" cimiento está cambiando gracias a la labor realizada por los biólogos zamoranos Javier Morales y Ana Isabel Negro, que llevan años inmersos en el estudio científico de "la bichería más pequeña" y microscópica que habita en las aguas corrientes o estancadas.

Una década de muestreos de ambos investigadores ha servido para disponer de unos datos fehacientes sobre el grupo zoológico de las esponjas de agua dulce en ecosistemas de la cuenca del Duero, concretamente en tramos fluviales de los ríos Negro y Aliste, en Zamora; del Águeda y Huebra, en Salamanca; en las Omañas, Luna y Eria, en León; y también en escenarios profundos como el Lago de Sanabria o las laguna de la sierra del Mocalvo y Cabril.

Javier Morales subraya la importancia de las esponjas de agua dulce "como indicadores del estado y de la conservación de los ríos, por ser seres filtradoras de agua". Son, afirma, "las primeras que sufren el deterioro porque filtran las bacterias y los microzoos".

El estudio de estos minúsculos animales es una labor de precisión, que requiere, como a los joyeros de las piedras preciosas, echar mano de los más modernos sistemas de análisis y observación, recurrir a la microscopía óptica y electrónica. Javier Morales habla de unos cuerpos que, además, "se desarticulan, de células que se juntan, de estructuras esqueléticas observadas tras eliminar la materia orgánica procedente de espongina", de una morfología sobre la que hay que afinar muy mucho para saber quiénes son y cómo se comportan. Un mundo digno de laboratorio y de microfotografía. Las denominaciones de las esponjas de agua que habitan en los ríos zamoranos no tienen el eco público de peces como la trucha o la carpa. De hecho son completamente desconocidos, salvo para los contados estudiosos que tienen el placer y la vocación de matarse investigando esta casi invisible fauna, pero tienen su significación capital por el mero hecho de estar ahí, agarradas a la vida.

La esponja Ephydatia fluviatilis está presente en la provincia de Zamora el río Tera, en el río Negro y en el río Eria. Señalan que es localizada "con exclusividad sobre sustratos pétreos, en general grandes bloques y roca madre en el borde de los cauces, formando grandes masas celulares con un cierto espesor". Esta esponja existe en el río Eria, en Morales del Rey; en el río tera, en Puebla de Sanabria; y en el río Negro, Rinegro del Puente

Otra esponja de agua dulce es la llamada Ephydatia muelleri, localizada en una única localidad del río Aliste, en Domez. Sobre esta especie, expresa, "no existen referencias antiguas". Y tampoco es que abunde, pues "únicamente se ha localizado un ejemplar sobre madera sumergida y raíces en la aliseda del río Aliste".

Otra especie que aguanta el tipo sobre los ríos mejor conservados es la Heteromeyenia baileyi. Se verificó que habita en el río Tera y en el río Negro, en Puebla de Sanabria y Rionegro del Puente, respectivamente. Morales apunta que "solo se ha localizado sobre bloques y gravas gordas en el lecho de los ríos, en general formando pequeñas masas celulares muy finas". Precisa, además, que "en todos los casos las esponjas localizadas presentaron un característico tono verde intenso y morfotipo incrustante".

También existe la denominada científicamente como Spongilla lacustris, "el taxón más conocido del grupo". La especie ha sido encontrada en el Lago de Sanabria, en la Laguna de Lacillo, en la Laguna del Cuadro, en río Negro y en el río Omañas. Es un animal hallado "tanto sobre sustratos naturales duros (pétreos y madera) como artificiales (pilastras de puentes y azudes tradicionales); y el caso de zonas profundas de los humedales de Sanabria también sobre sedimentos finos". "En el caso de los ríos se localizó con preferencia en zonas de pozas profundas, y también en elementos sumergidos en las orillas. Es la única especie encontrada en lagunas de alta montaña, y también la única localizada en la zona afótica del lago de Sanabria".

Los estudiosos, que han difundido sus desvelos en la revista "Graellsia", señalan que, "aunque todos los medios acuáticos estudiados tienen condiciones oligotróficas y de escasa mineralización, se encontraron diferencias entre las comunidades de poríferos en función del grado de acidez y alcalinidad del agua, de la altitud y de los contenidos de sales disueltas y sílice en el agua".

La Spongilla lacustris es una especie ampliamente distribuida por casi toda la región paleártica, en zonas con buen estado de conservación. Los investigadores encontraron esta especie en altitudes que van "desde los 849 metros hasta 1.705 metros sobre el nivel del mar. Se trata por lo tanto de un animal capaz de indicar con su presencia niveles de oscilación importantes en el nivel del agua y que, además, es capaz de sobrevivir a periodos de sequía prolongados (hasta 3-5 años) en forma de gémulas de resistencia".

Conforme a los datos recogidos en los ríos de la cuenca del Cuero, Morales y Negro expresan que "el grupo faunístico parecen indicar que se trata de seres que habitan en aguas transparentes, a veces distróficas, y que son sensibles a la turbidez del agua producida especialmente por los sólidos inertes en suspensión y por la materia orgánica particulada, aunque apenas estamos empezando a conocer su presencia en los ríos ibéricos". Esta fauna, que forma parte del mundo desconocido, es más que orientadora de la salud de los ecosistemas