La Casa del Parque "El Palomar", de Villafáfila, celebra este fin de semana el Día de las Aves con diversas actividades didácticas, de observación y de concienciación medioambiental. Aunque se desarrollan en un momento marcado por una prolongada sequía, con la consiguiente escasez de ejemplares, se ofrecen más que posibilidades para conocer el mundo de la ornitología, máxime con el concurso de los guía del propio centro.

En la mañana del viernes tuvo lugar un taller de anillamiento en que participaron nueve personas y fueron capturadas más de 40 aves, pertenecientes a 12 especies diferentes, según informa el guía José Miguel San Román. Las más abundantes fueron los mosquiteros musicales, comunes e ibéricos, pero también se capturó y marcó alguna especie menos habitual como el colirrojo real o la curruca mosquitera.

El guía José Miguel San Román calificó la jornada como "muy agradable para todos los participantes y muy interesante en cuanto a los datos obtenidos".

Ayer prosiguieron las actividades enmarcadas en el Día de las Aves y, durante la mañana, fue realizada una ruta ornitológica guiada, en el transcurso de la cual se recorrieron las dos lagunas que forman el recinto de la Casa del Parque. "En esta actividad participaron 12 personas, entre ellos tres niños, procedentes de Zamora capital, Valladolid, Salamanca, Benavente y Villarrín de Campos". A lo largo de la ruta los asistentes tuvieron ocasión de observar muchas aves acuáticas como los ánsares comunes, azulones, focha común, zampullín común o los porrones moñudos entre otros. En cuanto a las rapaces los presentes disfrutaron de los vuelos de los primeros milanos reales de la temporada en la Reserva Natural y el busardo ratonero.

También tuvieron la oportunidad de observar las avutardas desde uno de los observatorios del recinto, así como garza real, grajillas, avefrías, andarríos grande, chorlitejo grande, correlimos común? más de 15 especies diferentes. Una contemplación más que meritoria mal teniendo en cuenta la sequía tan tremenda que registra este año en la Reserva.

Es de resaltar que la avutarda es la especie más emblemática del espacio protegido y su entorno, no solo por la envergadura y constituir una especie estrictamente protegida, también por ser un ave que se mantiene en sus querencias durante todo el año y no emigra.

José Miguel San Román señaló ayer que entre las cuestiones planteadas por los asistentes está el saber por qué se secan las lagunas, unos escenarios que se recargan, de agua y de aves, con las lluvias.