El toro bravo más libre y buscado del país, Camarero, que lleva desde el pasado día 10 de septiembre en paradero desconocido, apareció ayer de improviso y de ronda en una calle del casco urbano de Carbajales de Alba.

Lo hizo con nocturnidad, a las 3.30 horas de la madrugada, marcando su paso. Soledad López, una vecina de escaso dormir, "oyó ruidos y notó movimiento a la puerta de su casa, y pensando que sería alguno de los caballos de su hijo salió a la calle y avanzó unos metros hacia un bulto negro". Con asombro observó al utrero que lleva casi un mes en boca de todos y dando juego a todas las conjeturas posibles. Lo vio acto seguido "marchar por la calle abajo", dice el alcalde y convecino Manuel Fidalgo, pero ella regresó de corrido para la vivienda cuando observó "que tenía cuernos y era el toro", al decir de Roberto Fuentes.

Rápidamente advirtió de la visión al regidor, Manuel Fidalgo Guillermo, que sin tardanza se puso, junto a otros, "en movimiento". El alcalde también llamó a la Guardia Civil y, en plena noche, se organizó un espontáneo patrullaje por la zona, "por las calles de todo el pueblo y las inmediaciones", pero el astado volvió a esfumarse de los rastreadores y del mundo.

En la mañana de ayer el personal reanudó las labores de peinado y a buscar la pista del misterioso bóvido. "A las 12.00 horas encontré por primera vez la huella", asegura la máxima autoridad del municipio, que afirma que el animal "bebió agua en una charca" existente a las afueras del pueblo. Es una charca que el animal conoció el mismo día del tradicional espanto taurino. Ese día de gran espectáculo y protagonismo pudo humedecer su reseca boca, echar unos ansiados tragos y respirar un poco del cerco de caballistas y aficionados que lo seguían al filo de cuernos y al riesgo de los acometidas.

Como ayer corrió por Carbajales de Alba la voz de que estaba vivo, no pocas personas se echaron al campo para tratar de descubrir a Camarero. "La gente anda por ahí y lo que van a conseguir es espantarlo y que se resguarde otros veinte días", expresa el alcalde. Teme que el fin de semana proliferen los echados al monte a la búsqueda del astado y éste vuelva a las andadas y no se deje ver en otros veinte días.

Roberto Fuentes formó parte de los que ayer tarde recorrieron el campo en su busca del famoso animal. Anduvo por sitios difíciles. Fuentes sostiene que el toro se amaga en una zona "llena de maleza, zarzas, carrascos y encinas", y considera que sale de su santuario por la noche, "porque tiene querencia" a la zona de la charca. Pero la visión del astado le ha sorprendido. "Ni de coña pensé que estuviera aquí. Seguro que he pasado por el lado y ni le he visto". Fuentes teme que el novillo vuelva a hacer acto de presencia en el pueblo, pero que se encuentre con alguien "en una calle sin salida" y entonces arremeta y pueda ocasionar cualquier desenlace. Alaba la inteligencia de Camarero por haber sobrevivido invisible tanto tiempo. "Tengo vacas y me dan ganas de echarlo como semental". Se piensa en solicitar el indulto. "Merece un homenaje" dice Roberto Fuentes. El novillo recobró ayer un vivo protagonismo en la atmósfera social de Carbajales.