La Consejería de Sanidad trabaja en una estrategia a corto plazo para atajar un posible déficit de médicos de familia en zonas rurales periféricas, dispersas y poco pobladas de Castilla y León. Lo hace consciente de la falta de atractivo de estas plazas para muchos profesionales y, también, ante la jubilación de unos 600 facultativos de Atención Primaria que en los próximos cinco años colgarán la bata. La "urgencia" responde también a una realidad que comienza ya a palparse en pueblos de la Alta Sanabria y el norte de Burgos donde se están reforzando las plantillas, sobre todo para cubrir las guardias, con médicos de área, una plantilla "volante" que Sacyl utiliza a lo largo del año para cubrir esta atención continuada y suplir las ausencias de médicos y enfermeras por vacaciones, bajas, días de libre disposición y otros permisos.

El primer paso de este futuro "Programa de incentivación de médicos y enfermeros en puestos de difícil cobertura" pasa por definir estas plazas, estudiar los criterios para que se determinen como de difícil cobertura, para luego acordar los incentivos. "Es algo que tenemos que definir, pero vemos que los problemas se están dando en zonas donde los profesionales tienen cupos muy bajos, unas 300 tarjetas; que ven poca patología, con lo que implica para el desarrollo profesional de alguien que ha estado formándose muchos años".

Bolsa de empleo

Entre los incentivos que se barajan no sólo figuran los de carácter económico, sino también los vinculados a la valoración del servicio prestado en bolsas de empleo, acceso a formación, incluso en promoción a través de la Carrera Profesional. "Son ideas" de un amplio abanico sobre el que se trabaja y que completarán a otras que ya se están tomando.

Entre estas últimas se encuentran, explicó a Ical Sáez Aguado, la convocatoria de concursos de traslados y oposiciones. El primero se convocó en abril para 756 plazas de estatutarios de licenciados en Medicina Familiar y Comunitaria, junto a las 1.659 plazas de médicos funcionarios convocadas en marzo.