Dicen que el optimismo es esencial para el progreso, en Manganeses de la Lampreana lo saben bien y han aprovechado el peor año de sequía en lustros, que ha vaciado casi por completo la laguna Grande, para entrar en ella a limpiarla y acondicionarla con el objetivo de que otros veranos retenga mejor el agua.

La actuación se ha llevado a cabo con la colaboración de un grupo de habitantes de la localidad a iniciativa del ayuntamiento, presidido por Juan Carlos Bueno. Uno de los vecinos, José Antonio Asensio, incluso prestó una máquina retroexcavadora durante varios fines de semana para ayudar a extraer la tierra. Los trabajos han contado también con el visto bueno de la Confederación Hidrográfila del Duero y de la Corporación municipal, aunque el regidor reconoce que "me hubiera gustado que algo así se hubiera aprobado por unanimidad, pero solo asistimos al pleno cinco de los siete ediles". Cabe destacar que en este municipio los dos concejales electos de la oposición no habían tomado posesión de sus actas cuando se votó la propuesta.

Los trabajos llevados a cabo en esta laguna de la Reserva Natural de Villafáfila han consistido en retirar varios kilos de tierra y suciedad con el objetivo de que la charca gane profundidad. Así, durante la época de lluvia se almacenará mayor cantidad de agua, lo que previsiblemente retrasará su secado durante los periodos estivales. Los voluntarios también limpiaron el paraje de espadañas para facilitar el vaciado.

La laguna Grande de Manganeses es una de las pocas de la reserva que no se seca del todo durante los veranos, algo que casi se llegó a ver este año. Aun así, el descenso del nivel del agua suele dejar en los estíos una horrorosa escena de centenares o miles de carpas muertas o agonizando sobre la tierra. El ayuntamiento de la localidad espera que esta actuación mitigue dichos episodios en los próximos años, explica Bueno.

Por otra parte, el material extraído no se ha desperdiciado. La tierra de una laguna de este tipo es muy apreciada para abonar cultivos, por eso los colaboradores y otros vecinos se la pudieron llevar a sus huertos y jardines.

El resultado de la limpieza de la laguna ha sido el tema de conversación entre los manganesinos durante los últimos días. Muchos han aprovechado el buen tiempo para acercarse al paraje dando un paseo y observar el nuevo aspecto del escenario, y es que el pueblo llevaba tiempo pidiendo una obra de este tipo. "La laguna Grande es el orgullo de Manganeses y debemos protegerla", asevera el regidor de la localidad.

Por ello el equipo de Gobierno local tiene en sus carteras varios proyectos que esperan poder acometer en los próximos años, como la recuperación de un antiguo empedrado que existía en una de las puntas de la laguna para que la cruzara el ganado, y que hace décadas fue entoñado en una capa de tierra. Más adelante, también pretende acondicionar una poza que servía para la extracción de agua.

Por otra parte, el regidor se plantea incluso la construcción de una trampilla en la sangradera del lago para que haga un efecto de embalse "y poder ganar 40 o 60 centímetros extras de nivel de agua", expresa Bueno.

Hace décadas la laguna Grande de Manganeses contaba con un manantial que brotaba constantemente y nunca se secaba, lo llamaban la poza Mocho, porque junto a ella estaba la huerta del panadero, apodado así. El paraje fue antaño un escenario piscícola de mucho aprovechamiento, famoso por la abundancia de ranas, y también servía de lugar de recreo para los pequeños del pueblo que se bañaban allí en las tardes de calor. Anteriormente resultó un famoso vivero de lampreas, un pez alargado y sin mandíbulas habitual en los platos de los reyes de España. El enclave fluvial es hoy hogar de cientos de carpas y otros peces, posiblemente introducidos por los pescadores que pretendían así disfrutar de una zona de recreación, o para enriquecer el hábitat con especies que dieran vida y alegraran la vista de la gente.