"Esto es una mierda. Te engañan como a un tonto", es la expresión contundente y gráfica que traslada un vecino de San Martín de Castañeda, tras recorrer los trescientos o cuatrocientos metros de colector de aguas residuales, que atraviesa la finca comunal del Coto de los Toros hasta la fosa. Un recorrido que llega hasta el caño de riego contaminado por las aguas fecales.

Las aguas residuales de San Martín de Castañeda, lejos de filtrarse por la Estación Depuradora, se filtran desde numerosos puntos del colector y afloran a cielo abierto. Una escena que contemplan los vecinos y que supone la contaminación de buena parte de la zona de pastizal, encharcada "como si esto fuera una turbera", según denuncian en el pueblo, cuyo casco urbano está enclavado en el Parque Natural. Estos terrenos están recogidos en el Plan de Ordenación de los Recursos del Parque Natural del Lago, como Zonas de Uso Compatible, y en cuanto a su tipología sin prados de siega, con setos naturales de entornos urbanos.

Hace 15 días, vecinos y ganaderos tuvieron que gastar dinero de su bolsillo para tratar de sanear los pastizales, abriendo una zanja justo delante de la fosa de decantación para encauzar los vertidos, para cerrarla de nuevo y que no afloraran por todo el prado, o lo que queda de él. La operación fue más de estética que otra cosa. Metros más abajo, las aguas fecales siguen su curso natural, pendiente abajo, hasta el caño de riego, con el que antes se regaban varias fincas y prados. Esos pastizales ahora no se riegan porque no sirven para alimentar a los animales. De hecho se ha dejado de segar la extensión, que ya ni se limpia para que los animales puedan pastar. "¿Para qué, si no van comer", se pregunta uno de los afectados.

La segunda operación que realizaron los vecinos fue abrir el caño de riego, convertido en alcantarilla a cielo abierto, donde van a parar todas las aguas vertientes -limpias, sucias y a medias- de la ladera y en dirección al lago.

Los vecinos explican que las aguas residuales van encauzadas desde la antigua fosa a un colector que, a la vista del resultado, es un coladero por las filtraciones que afloran.

La mayor parte del coto de los Toros está inutilizado porque el colector atraviesa casi toda la finca, desde el punto más alto contiguo al casco urbano, hasta la punta de abajo, donde por inercia desembocan todas las aguas negras. Para seguir el trazado del colector solo hay que seguir ladera abajo las poblaciones de espadañas las silvas que prácticamente colonizan todo el entorno. La zona de pasto ha quedado reducida al mínimo. Las vacas y las ovejas todavía aprovechan algunas zonas, pero los caballos no se acercan en cuanto notan el mal olor. Tampoco se acercan a unas zonas encharcadas, donde se pueden quedar atrapados los animales, como ocurre en los terrenos más cercanos al caño.

La indignación de los vecinos es notoria cuando se insiste en el funcionamiento óptimo de las depuradoras del Parque Natural del Lago de Sanabria. Los vecinos y ganaderos que usan esta finca pagan una pequeña suma al pueblo, que consideran un dinero tirado ya que "no puedes sacar provecho".