Los forestales recogieron en la mañana de ayer, sana y salva, una cría de lechuza en el pueblo de Argañín. Es víctima de las instalaciones eléctricas porque uno de sus progenitores apareció electrocutado en el transformador de la localidad sayaguesa.

La criatura se había escondido en las marañas "de un rosal". "Es la única superviviente de la tercera pollada criada este año" según indican en la Guardería Medioambiental. Un vecino de la localidad avisó a los agentes "de que había dos pollos, pero eran criaturas volanderas y, parece ser, se aventuraron a abandonar el nido". La carencia de al menos uno de los padres ha tenido su impacto en la familia.

El ejemplar rescatado ha sido trasladado al Centro de Recuperación de Aves de Villaralbo y, "cuando adquiera peso y pluma suficiente", será de devuelto a la naturaleza para que siga por si mismo, libre como el viento.

Las lechuzas son aves rapaces nocturnas, perfectamente habituadas a vivir en los entornos humanos. En este caso, en el edificio de la iglesia.