Los tendidos eléctricos y sus apoyos siguen segando la vida de la avifaunaavifauna, con especial impacto en las aves rapaces, pero también de especies estrictamente protegidas y que son las reinas de las estepas cerealistas como las avutardas. Una de estas aves apareció muerta recientemente al golpearse contra el cableado de una línea próxima a Villalpando. Sus restos aparecieron tirados en el suelo, objeto ya de la depredación de insectos y toda suerte de carroñeros, pero con todos los signos y bajo los cables que constatan el desventurado vuelo.

También agentes de la guardería forestal de Sayago hallaron días pasados el cuerpo de una lechuza electrocutada por el latigazo recibido en un transformador del pueblo de Argañín.

El Servicio de Medio Ambiente de Zamora informa respecto a estos funestos sucesos que, en concreto, "se ha detectado la muerte de 15 rapaces (14 águilas ratoneras y 1 águila imperial) en tres postes situados en Jambrina, Zamora y La Hiniesta".

La avutarda es una de las especies más vulnerables a sufrir las colisiones contra los cableados por ser un ave de gran tamaño, la mayor del mundo de las que alzan el vuelo. Fernando Jubete, especialista en aves, destaca precisamente las dimensiones de la especie y el hecho de que tengan su hábitat en zonas cerealistas transitadas por importantes redes eléctricas contra las que pueden golpearse al coger el vuelo y desplazarse en días de niebla o escasa visibilidad.

La Junta precisa que "aunque en los últimos años no se ha realizado ningún estudio sobre mortandad de aves en tendidos eléctricos de la provincia de Zamora, sí se ha recogido información puntual sobre algunos casos de mortandad de aves ligadas a electrocuciones".

Desde el Servicio de Medio Ambiente indican que "los postes de Jambrina y Zamora han sido modificados para evitar electrocuciones por la compañía Iberdrola, propietaria de las líneas". También, añade, "se han identificado dos líneas especialmente peligrosas para las aves situadas en Morales de Toro y Matilla la Seca, ambas de propiedad privada".

Por otro lado, apuntan en Medio Ambiente, "se ha realizado en los últimos tiempos un análisis sobre los tendidos y postes que pudieran ser peligrosos para las aves en Villafáfila y Arribes del Duero. En base a dichos estudios se acometió en el año 2014 la modificación de dos líneas en Arribes del Duero (Villalcampo y Pino del Oro) y de dos postes en la Reserva de las Lagunas de Villafáfila (Cerecinos de Campos y Villafáfila), cuyas obras fueron dirigidas por la Junta de Castilla y León".

Los agentes medioambientales suelen dar conocimiento de los animales que hallan electrocutados en el campo o las urbes porque no solo sirve para dejar constancia del hecho y de la especie que sufre el mortal accidente, sino porque además viene a mostrar "los puntos conflictivos" o de riesgo del entramado eléctrico y, de este modo, "se pueden exigir y adoptar las medidas correctoras oportunas".

La electrocución implica la tragedia para el animal que pierde la vida en el golpe o en el fogonazo, pero asimismo tiene otras incidencias "porque puede provocar averías y cortes del fluido eléctrico, con el consiguiente perjuicio para el suministro y los usuarios". Son casos que influyen en el mantenimiento de las líneas. Incluso pueden dar origen a incendios forestales según manifiesta un forestal. Desde la Guardería se pone de relieve que hoy día existe "una mayor sensibilidad" por parte de las compañías eléctricas, "especialmente en los tendidos nuevos".

Estas infraestructuras es común que estén dotadas de espantapájaros, de muy diferente forma y color, colocados sobre los cableados, así como las torretas equipadas con tejadillos y paragüeros que garantizan el posado de las aves sin peligro de conexión con los cables, o los nexos, o que sirven para impiden parada de las aves en el mismo. El momento de posarse o de alzar el vuelo con el despliegue de las alas, es un instante crítico para las aves de envergadura. "Tocan con los hilos y quedan fritos", en expresión de la Guardería Medioambiental.

Medio Ambiente de Zamora informa que "en los próximos años está previsto modificar varios tendidos eléctricos en Arribes del Duero, con el proyecto Life, que ha sido recientemente aprobado para Portugal y España, en el que también participa la Junta de Castilla y León".

La avifauna tiene en las infraestructuras y viales eléctricos un punto negro, pero también un santuario de nidificación y cría, además de una verdadera atalaya y atisbadero. Son diversas las especies que montan vivienda en las torretas, como las cigüeñas, pero, tal y como señala la Guardería Forestal, "también los córvidos y gorriones morunos tiene especial querencia por los transformadores, donde forman visibles colonias". "Hay una simbiosis con las estructuras" subraya.

Igualmente, las grandes nidificaciones instaladas en los apoyos por especies no rapaces son aprovechadas por pájaros de menor fuste para, a su vez, instalar sus nidos. Un ecosistema.