La Denominación de Origen vitivinícola de los viñedos que se asientan en los Arribes del Duero crece este año con el desembarco de dos nuevas bodegas. El director técnico de la D.O. Arribes, Carlos Capilla, comenta la evolución experimentada y las bases sobre las que se asientan los vinos de esta Denominación que cada vez tienen una mayor presencia internacional y que contarán con un escaparate más con la reciente declaración de la reserva de la biosfera transfronteriza Meseta Ibérica.

- ¿Han iniciado ya la vendimia en Arribes?

- Realmente no hemos comenzado más que de forma casi testimonial, ya que hasta el pasado viernes día 18 únicamente habíamos recogido el 4 por ciento de la uva. Se ha vendimiado un poco de nuestra variedad blanca, la malvasía, y una parte de las viñas muy viejas de Juan García, Rufete, Tempranillo y Bruñal, pero todavía estamos a las puertas de lo que sería la parte fuerte de la vendimia.

- ¿Hasta cuándo prevén que dure la campaña si las condiciones meteorológicas la respetan?

- Si nos quedamos con días con una climatología como la del viernes, con días claros, despejados, en los que corre un poco el viento y hay un sol interesante, esperamos empezar la parte fuerte a partir del martes o el miércoles para terminar el grueso de la vendimia entre el domingo 27 de septiembre y el lunes 28.

- ¿Cómo se presenta en cantidad y calidad la actual campaña?

- Sabemos que en calidad la uva viene excepcional, impresionante. En cantidad, venía un poco más escasa porque aunque había los mismos racimos que otros años pesaban un poco menos. Sin embargo, después de las lluvias de los últimos días han cogido un poco más de peso, con lo que la cantidad no va a ser tan baja como pensábamos en un principio. Se han equilibrado un poco más la calidad y la cantidad ya que ha aumentado la cantidad.

- ¿Qué cálculos hacen de producción?

- Más o menos nos moveremos entorno al millón de kilos. Siempre rondamos esa cantidad. Si no llegamos a ella sería una cosecha escasa y si nos pasamos sería buena, pero siempre nos movemos entorno a ese millón de kilos.

- ¿Hay nuevas bodegas este año en la Denominación de Origen Arribes?

- Sí, se han incorporado dos nuevas bodegas y este año ya tenemos catorce. Nueve de ellas son zamoranas y cinco salmantinas.

- ¿Qué evolución ha experimentado el vino de Arribes y sus mercados?

- Estamos bastante contentos porque día a día aumentamos un poquito más la presencia en diferentes mercados. A nivel nacional nos hemos mantenido bien a pesar de la crisis y lo que hemos hecho es aumentar muchísimo la presencia en el exterior. Nuestras exportaciones son cada día más elevadas.

- ¿Cuál ha sido la clave de ese crecimiento en época de crisis?

- Las características de Arribes que han permitido ese crecimiento se fundamentan en el clima, el suelo y las variedades. Contamos con un clima totalmente diferente al resto de la región, un suelo muy particular formado por granitos y pizarras y unas variedades autóctonas como la Juan García, la Bruñal o la Rufete que le dan muchísima personalidad a nuestro producto. Eso ha hecho que hayamos tenido galardones y reconocimientos tanto nacionales como internacionales.

- ¿Cuál es el reto que se marcan en cuanto al precio?

- Nuestro reto es el que siempre hemos tenido, el de mantener una fantástica relación calidad-precio, el de poder poner vinos en el mercado de una elevada calidad pero siempre a un precio muy sostenible y muy equilibrado con los tiempos que corren.

- ¿En qué medida la reserva de la biosfera transfronteriza Meseta Ibérica puede ayudar a promocionar la Denominación de Origen Arribes?

- Creo que la reserva de la biosfera nos da un escaparate más para que gente que a lo mejor no conocía esta zona empiece a interesarse por ella y dentro de esta zona, entre otras cosas, están los vinos de la Denominación de Origen Arribes.

- ¿Cómo se ha desarrollado el enoturismo en los Arribes del Duero?

- El enoturismo como tal todavía no está muy instalado dentro de la zona de Arribes del Duero, independientemente de que a la gente sí le guste visitar las bodegas. Pero es un turismo más medioambiental, familiar y gastronómico además de enológico. De esta forma, el turismo enológico es una pata más de la oferta turística que tiene Arribes del Duero.