Una patrulla de la Guardia Civil que realizaba un control preventivo de velocidad en la autovía A-11 el pasado lunes 25 de mayo detectó un turismo que circulaba por esa vía a una velocidad de 249 kilómetros por hora, cuando el límite máximo está establecido en 120 kilómetros por hora en las autovías. Concretamente, el control se realizaba en el término municipal de Coreses.

Debido a la alta velocidad a la que circulaba los agentes no pudieron identificar el vehículo o sus ocupantes, detenerlo o perseguirlo, por lo que iniciaron las correspondientes investigaciones. El trabajo de la Benemérita dio sus frutos y el pasado dos de septiembre daban con el conductor del turismo.

El presunto infractor resultó ser un varón de 48 años de edad, natural y vecino de una localidad próxima a la capital zamorana, a quien imputaron un delito contra la seguridad vial. Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Zamora.

Código Penal

Este hecho está tipificado en el vigente Código Penal, que considera delito el exceso de velocidad para este tipo de vías cuando se circula a una velocidad igual o superior a los 216 kilómetros por hora, concretamente como delito contra la seguridad vial.

El Código Penal prevé para este tipo de acciones penas de prisión de tres a seis meses, o pena de multa de seis a doce meses, o bien la pena de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. En cualquiera de los casos se encuentra regulada la pena de privación del derecho a conducir vehículos y ciclomotores durante un periodo de entre uno y cuatro años, e incluso puede llevar el decomiso del vehículo.

La Guardia Civil recuerda que este tipo de conductas irresponsables, tanto el exceso de velocidad como el circular bajo los efectos del alcohol, ponen en peligro no solo al infractor y a los demás pasajeros del vehículo, sino también al resto de usuarios de la vía.