Carbajales revivió ayer una secular tradición celebrando los tradicionales espantos taurinos, que como cada año congregaron a más de un millar de personas en la villa albarina. La Plaza Mayor era un hervidero cuando a las cinco de la tarde sonaba la campana torera avisando de la proximidad del encierro.

Casi dos centenares de jinetes montados en sus elegantes caballos y pica en mano desfilaron desde allí hasta el Corral de la Cañada para participar en el festejo, que contó con cuatro toros de la ganadería charra de Celador Zurdo, acompañados de cuatro bueyes.

Tres horas de espectáculo

Una vez en la era los bravos dieron juego durante tres horas a todos los caballista, bajo la atenta mirada de centenares de aficionados desde los corrales y desde vehículos autorizados, hasta que a última hora de la tarde se dio por concluido el encierro y se recogieron los bóvidos. Tres de los toros permanecieron en el entorno de la era, mientras que el cuarto se "escapó" varios metros en dirección al río. Fue el momento en el que un aficionado sufrió una cogida. El afectado, un varón de mediana edad que según los testigos presenciales no es de Carbajales, fue trasladado con carácter de urgencia al Complejo Asistencial de Zamora.

Al cierre de esta edición, se desconocía el alcance de las heridas que el aficionado sufrió en el percance.

Mañana se celebrará la segunda jornada de espantos, en el día en el que los carbajalinos despiden las fiestas en honor de la Virgen de los Árboles, patrona de la villa, que también comenzarán a las 17.30 horas.

Por la mañana, concretamente a las 10.30 horas, se llevará a cabo un encierro urbano. Para hoy el principal atractivo es el espectáculo con caballos "Galopando al compás", a cargo del Centro Ecuestre Ensueño, mientras que la noche estará animada por la orquesta Marimba.