Fermoselle honró ayer a su patrona, la Virgen de la Bandera, uno de las citas imprescindibles en el calendario festivo de la villa sayaguesa. Numerosos vecinos y emigrantes, los que todavía quedan por el pueblo, rendían fervor a la Señora de los Arribes con una misa en el Santuario de Nuestra Señora de la Bandera que después fue trasladada en procesión por barrio del Convento hacia la parroquia de la Asunción en la Plaza Mayor. Los devotos se despidieron hasta la tarde, cuando la Virgen de la Bandera hace el recorrido de vuelta a su lugar natural, en la iglesia del Convento. La Cofradía de la Virgen de la Bandera es la encargada de velar por una tradición que año a año se encargan de perpetuar los mayordomos.