Tanto el Ayuntamiento de Lubián como los vecinos venían advirtiendo que podía pasar y ha ocurrido. Las obras del túnel del AVE han afectado a la captación de agua que surte al pueblo de Chanos a través de un manantial natural y han dejado sin suministro al pueblo. Una situación completamente nueva para los vecinos de un municipio de montaña que nunca habían tenido problemas de agua y ahora se ven obligados a llenar el depósito con el camión cisterna de la Diputación.

El domingo llegó el primero con 11.000 litros, pero sufrió las consecuencias de la orografía montañosa y reventó una rueda. Ayer el mismo camión, ya reparado, descargaba otro depósito de 11.000 litros y de momento se tendrá que desplazar a diario a Chanos hasta que el pueblo vuelva a recibir el agua de sus manantiales naturales.

Nada más producirse la avería, el alcalde de Lubián, Felipe Lubián -Ayuntamiento al que pertenece Chanos- se puso en contacto con ADIF, la empresa pública que ejecuta las obras del Tren de Alta Velocidad, "para que busquen otro manantial, que esté alejado del túnel, realicen la captación y garanticen el suministro el pueblo" explicaba el regidor, quien lamenta "las consecuencias de estas obras para los vecinos".

Sin embargo el Ayuntamiento de Lubián ya se había adelantado a la posibilidad de que la majestuosa obra del túnel, con extraordinarias excavaciones y movimientos de tierra, afectara a los manantiales y cursos de agua, y así se hizo constar en las alegaciones a la obra. "Antes de que empezaran trajimos unos topógrafos para que localizaran los manantiales y les habíamos mandado las coordenadas y los de ADIF enviaron a sus propios técnicos para estudiarlo y poner unos medidores".

Lo cierto es que, independientemente de que la excavación de la montaña haya dañado el subsuelo, hasta el momento los pueblos de la Alta Sanabria no habían tenido ningún problema.

Pero el pasado fin de semana los vecinos de Chanos -unos 150 porque todavía quedan veraneantes- empezaron a notar una considerable reducción del caudal y entonces saltó la alarma.

La solución más rápida ha sido el suministro con el camión cisterna que debe realizar un trayecto de unos 230 kilómetros desde Zamora hasta Chanos (y otros 230) con la carga más pequeña, de 11.000 litros porque no puede subir un camión mayor hasta Chanos. "Como no pueden traer más carga porque estamos en la montaña vamos a ver si este mismo camión puede cargar en Lubián para compartir el agua con Chanos sin necesidad de que tenga que volver a Zamora a por otro depósito y los vecinos estén asistidos" sugiere Felipe Lubián.

También se han contemplado otras alternativas. El propio alcalde habló el sábado pasado con el director de obra del túnel "para ver si podían meter agua con sus propias cisternas pero me dijeron que éstas no estaban autorizadas para transportar agua potable". Ante esta situación, lo más viable es que ADIF localice un manantial seguro y realice la canalización para normalizar cuanto antes el suministro en Chanos.

Ayer los operarios municipales estaban revisando la red de Chanos para controlar el buen estado y evitar fugas que agraven el agotamiento de los manantiales.

La perforación de los túneles del Tren de Alta Velocidad ha generado un importante impacto que afecta básicamente a los pueblos de Lubián, Chanos y Hedradas. Al daño en los manantiales se han sumado otras molestas por las detonaciones y el inusual tránsito de vehículos pesados desconocido por esas vías.