La niña alistana Pascuala Bermúdez Ratón, llamada un siglo después a ser la "Abuela de la Raya", vino al mundo en unos tiempos donde en Aliste, los alistanos y alistanas, sobrevivían con la agricultura y ganadería, tareas de sol ya sol, mucho trabajo y pocos frutos. Por eso, con su padre en Cuba, pasó la feliz infancia con su abuelo Juan, el "Herrero", que era quien permanecía en el pueblo por su profesión, horas y mas horas en la fragua aguzando rejas y herrando caballerías, mientras la madre Teresa y la abuela se encargaban de las duras e interminables tareas del campo.

Apenas tres años pudo ir a la escuela pues "Había que ayudar en casa lo que se podía, que siempre había algo que hacer". De aquellos años escolares recuerda que su primer maestro fue don Pepe, más conocido como con los apodos de "El Maestrón" y el "Tí Cañamón". La enseñanza de la época era peculiar: "Nos enseñaba muy poco, casi nada, si acaso el silabario y el catón, a sumar, restar, multiplicar y dividir, los justo para defendernos" y sentencia: "Mi verdadera escuela, mi universidad, fue la vida", eso si, orgullosa de que sus descendientes hayan podido estudiar carreras y situarse bien en la vida.

Pascuala ha llevado en Trabazos, su "amado pueblos" la bandera de la convivencia y de la hermandad, de la sencillez y la bondad: " He trabajado mucho y duro, como todas las gentes de estas tierras alistanas de mi época; he procurado hacer el bien a todos y nunca le he hecho mal a nadie" asevera mientras recuerda a quienes le llevaron al bautismo: "Mi padrino fue mi tío Rafael y mi madrina mi tía Paula".