"A la memoria de José Hernández Macías, alcalde de Morales del Vino de 1979 a 2002. En merecido recuerdo por su constante empeño emprendedor, que hizo de este pueblo un ejemplo y una referencia como lugar atractivo para residir y como centro de expansión demográfica en el ámbito rural. Con obligado y agradecido reconocimiento, los pueblos de Morales y Pontejos".

Era el texto que recogía la placa de homenaje que desde ayer luce en el monolito que hay a la entrada del pabellón José Hernández Macías, el mismo hombre que ayer era recordado por familiares y el máximo mandatario municipal, Miguel Ángel Piorno, que encabezaba el acto y quien expresaba el agradecimiento y reconocimiento para una persona que supone todo un referente en estos tiempos que corren "malos para la política".

Lo más emotivo llegaba cuando la nieta, Miriam Hernández, realizaba una semblanza de la figura de su abuelo y recordaba a su abuela Antonia y su tía Toñi, muertos los tres en el mismo accidente de circulación. "Supo dotar de infraestructuras, parques y jardines a Morales del Vino, luchando especialmente por la escuela, por la que sentía un gran cariño o por las instalaciones deportivas para el club de fútbol de Morales del Vino, además de la piscina municipal o el pabellón".

En el discurso se aunaba lo emocional y familiar con la labor de Pepe, recordando la importancia vital que el abuelo tuvo en un clan que también sufrió la desgracia de perder en otro accidente anterior "a mi tío José, hermano de mi padre y al que no tuve oportunidad de conocer".

Miriam, al igual que su hermano, Rubén, junto a Cristina y Carlos son los nietos del homenajeado, la mayoría presentes en el acto, mientras que su hijo, Tomás unía igualmente la memoria de su padre a su momento vital "para mi era irreemplazable". Hernández tuvo palabras de agradecimiento para la junta de Gobierno del Ayuntamiento "a día de hoy ya queda aquí testimonio de su quehacer".

José Hernández estuvo durante más de veinte años como alcalde de Morales del Vino de forma ininterrumpida presentándose por diferentes opciones políticas: PSOE, CDS, independiente y finalmente con el PP.

En el anecdotario, junto al fuerte bochorno que aconsejó a los presentes refugiarse en la sombra de la cercana escuela, la presencia de empleados municipales que trabajaron durante muchos años con el homenajeado, el secretario, Miguel Peña o el alguacil Domingo Barrios, y la ausencia, al menos visible, de los concejales populares.

La Banda de Cornetas y Tambores de la localidad de Morales del Vino fue la encargada de realzar el acto tocando tres marchas, entre ellas el himno nacional que cerraba el emotivo evento.