De un aviso para retirar un avispero del club de jubilados de San Martín de Terroso, los bomberos del Consorcio Provincial de Rionegro pasaron a dedicar toda la mañana de ayer a retirar hasta media docena de avisperos alojados en árboles y construcciones en el casco urbano del pueblo. El Consorcio, con sede en Rionegro, ha registrado este verano un significativo aumento de los avisos por enjambres de avispas en los pueblos de la comarca.

En todos los casos se trata de la Vespa crabro, el avispón común autóctono de la zona, de unos 3,5 centímetros de longitud y reconocible porque todos los anillos del abdomen son amarillos. En los avisos que se han atendido no se ha detectado ni un solo nido de Vespa velutina, o avispa asiática, una especie invasiva.

Entre los usuarios ha cundido cierto miedo a que en casa o en el corral haya anidado esta especie invasora, aunque lo que ocurre es que desde hace varios años, y especialmente este verano, el avispón europeo ha trasladado sus colonias al interior de los pueblos, ya que era frecuente que construyeran sus panales en árboles o huecos.

La intervención en el club de jubilados se saldó con dos panales, uno de ellos de unos 40 centímetros de longitud, y un tercero deshabitado. Tras rociar con un producto especial el habitáculo, los bomberos recogieron los avisperos. Poco después un vecino del barrio de la Iglesia señaló la presencia de otro par de avisperos alojados en dos manzanos dentro de un corral al que dan varias viviendas. En estos casos, dado que es complicado extraer el nido, se opta por clausurar la entrada, aunque previamente se rocía con el insecticida. Este mismo vecino señaló otra colonia, que lleva varios años asentada en un peral, en el espacio ajardinado de una vivienda.

A los pocos minutos otra vecina reclama la presencia de los bomberos con tres avisperos, dos en el desván de la vivienda que entran y salen por los huecos de la pared, y un tercero construido en el lugar del leñero y alojado en un bloque. Los dos avisperos del desván se recogen, tras aturdir a las avispas con el insecticida. En los agujeros de los bloques se sortea el problema sellando la entrada o las entradas a la cavidad. En este caso al miedo que se le pueda tener a una avispa de gran tamaño se suma el factor alérgico de alguno de los miembros de la familia. En otros dos casos más en una casa y un pajar, los avisperos no se pudieron extraer al no poder acceder al interior para sacar los panales.