La afición de jugar a los bolos entre los vecinos de Hedroso no se ha perdido nunca, ni en los años en que los juegos tradicionales agonizaron ante otras formas de entretenimiento. La tradición en este pueblo de la Alta Sanabria era empezar a jugar al "xogo de bolos" desde el día de Pascua al día de San Pedro, aunque estas fechas se amplían al verano coincidiendo con la afluencia de verano. Con motivo de las fiestas locales celebradas el pasado fin de semana, la calle Cancelas acogió a jugadores y espectadores en una larga tarde de bolos para dirimir quién es el mejor tirador y quién es el dueño del jamón de este verano.

Los elementos del juego son sencillos de aprender: nueve bolos colocados sobre la piedra de un molino, debidamente ubicada en el medio de la calle, y la bola de madera de encina de mayores proporciones y de una forma especial, que se lanza para derribar el mayor número de bolos. Para la bola antiguamente se empleaba raíz de urz, de gran dureza. Los bolos, cilindros pequeños de madera de roble de menor tamaño, se trabajan a mano.

Cada jugador tiene derecho a tres tiradas por una cantidad de dinero simbólica. No hay categorías y pueden participar tiradores de cualquier edad, incluso las mujeres también se animan a veces a probar los lanzamientos.

El jugador lanza desde una plataforma de madera, sin sobrepasar una raya que delimita la zona de lanzamiento. En cada tirada la bola tiene que sobrepasar una primera línea adelantada de puntuación que vale 10 tantos. Si no se sobrepasa esa línea "cansa" y se invalida la tirada. Llegar a una segunda línea contabiliza 20 puntos. Traspasar esta línea el mayor número de veces puntúa para campeonato. Un tronco, al final de la calle, marca el final del campo de juego. El tanteo se canta en gallego, lengua materna de todo el vecindario.

Un mismo lanzador puede hacer una buena puntuación en una tirada y en la siguiente "hacer un caballo", es decir, no tirar ni un solo bolo.

Todos los jugadores ejercen de jueces, además de un anotador que sigue las puntuaciones, Delfín García Saavedra. Cualquiera que quiera consultar los ganadores de la última década puede hacerlo, en su cuaderno del juego de bolos lleva anotadas todas las partidas desde 2004. Antes de comenzar cada partida se anotan las reglas que pueden consultar los jugadores si tienen alguna duda en un momento dado, aunque pocas dudas hay porque las reglas se han mantenido invariables. De un balcón penden los trofeos: viandas y licores.