El bombo de una persiana fue el lugar elegido por una colonia de avispas para trabajar su panal y depositar sus huevos a la espera de que crecieran las larvas. Una situación bastante común con la que se encuentran no pocos veraneantes. La ocupación temporal se agrava cuando las inquilinas son avispas asiáticas de un considerado tamaño, más del doble de una avispa común. Esta fue la sorpresa que se encontró un vecino de Puebla de Sanabria, José Miguel Lorenzo, cuando la pasada semana intentó abrir la persiana de su residencia veraniega en el Barrio de San Francisco y se encontró que estaba bloqueada por una colonia de estas avispas. Fue su sobrina, la que concretamente alertó a su tío del problema cuando intentó subir la persiana de una de las habitaciones del segundo piso con vistas a la vía pública.

Al parecer las exploradoras dieron con una vía de entrada por la ranura entre la pared y la persiana, y donde encontraron el lugar ideal para criar. A lo largo de estas semanas José Miguel Lorenzo vio entrar y salir a las molestas vecinas sin sospechar que el nido hubiera adquirido tales dimensiones que no permitieran mover la persiana.

Los avispones "asesinos", como se conoce popularmente en España a esta especie de véspido, espantan por su tamaño y el miedo a recibir una mordedura de proporciones dolorosas. Lorenzo exteriorizaba su preocupación solo de pensar que podían morder a alguna persona alérgica a estos insectos. El aislamiento de la ventana y la caja de la persiana han impedido que las avispas exploraran en el interior de la habitación.

La solución más efectiva y con menos peligro ha sido cerrar las contraventanas y rociar con un insecticida para moscas la colonia durante varios días. El resultado ha sido lograr acabar con el nido. José Miguel Lorenzo mostraba las avispas y trozos del panal con unas celdillas, el doble que un panal de avispas comunes, donde las larvas aún estaban vivas. Este fin de semana alguna avispa todavía regresaba a la ventana para buscar su nido.

Desde hace casi dos décadas estas avispas foráneas han proliferado en la comarca, buscando emplazamientos para sus nidos en viviendas, árboles, e incluso en las techumbres de las iglesias. La avispa asiática, o "vespa velutina" es originaria de China y supone un problema también para los apicultores de la comarca, ya que estos insectos atacan a las colmenas. Las abejas melíferas europeas no cuentan con una estrategia de defensa eficaz frente a la avispa asiática, y por ello un grupo de estos insectos puede acabar con gran parte de una colmena en poco tiempo y mermar su productividad.