Los vecinos de Remesal de Sanabria carecen de abastecimiento domiciliario desde hace tres días, tras agotarse el agua del pozo antiguo que suministra a las 230 personas que residen en verano en esta pedanía del municipio de Palacios. Las restricciones repercuten con mayor severidad en los barrios Alto y de En Medio, donde hoy se cumple el tercer día sin agua, mientras que a las viviendas del barrio Bajo ayer todavía llegaba una gota escasa de agua. Unas instalaciones antiguas, la falta de limpieza y mantenimiento de pozo y tuberías y que la nueva captación, hecha hace un par de años, no está en funcionamiento, han incidido en agravar el problema para los domicilios, como señalan los perjudicados.

Las restricciones no responden a un caso puntual de estos días, sino que durante todo el mes de agosto se han producido cortes intermitentes en el abastecimiento para intentar que la captación antigua se recuperara. La captación nueva, inutilizada por las presencia de arsénico no ha entrado en funcionamiento, ya que la planta de tratamiento de agua potable carece de un filtro valorado en 9.000 euros por falta de presupuesto, según la respuesta que los vecinos han obtenido de la Alcaldía. En esta obra, la Diputación Provincial se gastó más de 21.000 euros.

El escaso caudal de agua que sale, cuando sale, por los grifos discurre enlodada por estar en niveles muy bajos sumado a la falta de limpieza del depósito y de las tuberías. No hay agua para lavar, para los cuartos de baño, ni para darse una ducha.

Los vecinos y veraneantes recogerán firmas para que se solucione el problema de abastecimiento, que se cree una comisión municipal para revisar instalaciones y enganches, además de obligar a las viviendas que carecen de contador que lo instalen o, como en otros casos, que los coloquen fuera de la vivienda en lugar visible. De persistir la situación, no descartan pedir una cisterna para garantizar el suministro.

Hay viviendas que resuelven el problema poniendo en uso los pozos particulares, mientras que en otros casos los que no tienen esa posibilidad encuentran la solidaridad que les facilitan garrafas.