Las labores de limpieza alrededor de la fuente de Rosinos de la Requejada han permitido rescatar dos antiguas pilas de piedra que se empleaban como lavaderos de la colada en el espacio público común. Por su forma y dimensiones bien podría tratarse de dos sarcófagos reutilizados para recoger el agua de las fuentes, una práctica común en los pueblos de la zona.