Los continuos ataques de una manada de lobos a las ovejas de una explotación ganadera asentada en San Román de los Infantes, en el municipio de Pereruela, han llevado a los propietarios de la misma a tomar la decisión de trasladar toda la granja a la localidad de Casaseca de Campeán, en la Tierra del Vino, donde los ganaderos locales no han sufrido hasta la fecha daños provocados por los cánidos.

Esta explotación ha sido víctima de 8 ataques del lobo desde septiembre de 2014, cuando se produjo el primero. El último asalto lupino sucedió hace menos de 10 días, el 10 de agosto, con el resultado de 9 ovejas muertas, solo dos semanas después del anterior ataque, el 21 de julio.

En total los lobos han acabado con la vida de 37 ovejas de la explotación de La Carva, que contaba con unas 500, causando unas cuantiosas pérdidas económicas a la empresa. La encargada de la nave, Aida Ríos, explica que a estas bajas hay que sumar decenas de animales heridos que mueren horas más tarde y los corderos que no nacen debido a los abortos provocados por los ataques del lobo, pérdidas que no cubre el seguro al no haber muerto los animales directamente en las fauces de un lobo.

El daño tienen lugar al sur del río Duero donde la especie no tiene el carácter de cinegética y por tanto no entra dentro de los planes de caza, lo que deja en manos de la gestión de la propia Junta de Castilla y León la responsabilidad de los daños y la adopción de medidas para controlar la población de la especie. La nueva ubicación, en Casaseca de Campeán, también está al sur del Duero.