Ribadelago ha recuperado la tradición de "las majas", reuniendo a diez sanabreses que se animaron a participar y a una treintena de curiosos que acudieron a primera hora de la mañana para observar la realización de esta antigua labor.

Se trata de una técnica para separar el grano de la paja con un instrumento de madera llamado manal, que se realizaba tradicionalmente a finales de julio o principios de agosto. Es un trabajo duro que requiere tiempo y esfuerzo y, que, actualmente se ha visto sustituido por la moderna tecnología de la maquinaria agrícola. Sin embargo, la iniciativa de un vecino de Ribadelago que sigue cosechando centeno, ha hecho que se recupere esta tradición, hoy en día olvidada casi por completo.

Los mozos que empuñaron el manal trabajaron por turnos durante horas en una de las eras del pueblo para separar por completo el grano de la paja. Lo hicieron de la manera habitual, colocándose en dos filas paralelas para golpear alternativamente en el mismo lugar. El grano aún debe pasar por máquinas de aire que eliminen cualquier resto de suciedad, y la paja, que más tarde servirá de lecho para los animales, debe guardarse formando mederos.

Una vez terminada la labor, los trabajadores compartieron una comida para poner fin a una animada mañana llena de tradición.