A las once y veinte de la noche y en penumbra, los acordes de la guitarra de Carlos Blanco anunciaban el comienzo del espectáculo. La Opinión Viajera llegaba a tierra de Alba. Losilla, Ayuntamiento pedáneo de Santa Eufemia del Barco disfrutaba del arte zamorano, arte del bueno de la mano del grupo Entre Volantes. Es justo agradecer a todos los ayuntamientos de nuestra provincia la confianza en nuestros artistas y, desde estas líneas, aprovechamos para hacerlo: gracias a José Antonio Calvo, alcalde de Santa Eufemia del Barco por su apoyo a nuestro espectáculo.

María de Mena se puso a las riendas del espectáculo y desde el primer momento se ganó al respetable con su chorro de voz. Arrancó por alegrías del maestro Camarón, muy aplaudidas por el público. Al baile, por colombianas, Sara Martín, faldón verde con camisa blanca, repeina como manda el reglamento, buen baile y bonitos lances acompañados por abanicos, al que se unió Sara Argente. Fue una actuación largamente aplaudida. La noche se fue caldeando y llegó el turno del flamenco. Las "saras" en el baile, perfectamente acompasado y trabajado, bordaron las bulerías. El trabajo y la entrega tiene su recompensa y los asistentes, que llenaron el salón de Losilla de Alba, rompieron en una sonada ovación y vítores. Pero esto no hizo más que empezar: Saraí de Mena comenzó su toque al cajón para acompañar el zapateado primero de Sara Martín. Y seguidamente de Sara Argente, Carlos Blanco con la guitarra empasta un lance perfecto para el respetable que nuevamente, sin que hubiera concluido el zapateado, rompió en aplausos.

El juego con sombreros dieron colorido al baile, que previamente se había acompañado con juego de mantón. Las sevillanas indicaban que el espectáculo esta llegando a su fin. Los acordes alegres y la gran voz de María animan al público, que se arranca por palmas. Bonita velada en Losilla. Como no podía ser de otra manera, llegó tras el cierre del espectáculo, el momento del sorteo para agradecer a todos los asistentes su presencia. Pero teníamos una sorpresa final, solicitando la presencia de seis voluntarios en el escenario, realizamos un improvisado concurso por sevillanas, el premio sería un lote de embutido y jamón, que ganaría la pareja más aplaudida. No pudo resultar mejor y el nivel de baile fue muy bueno. La velada llegó a su fin, prometiendo regresar en otra ocasión. Gracias por todo Santa Eufemia del Barco y Losilla de alba.