La villa de Tábara, cuna de ilustres (León Felipe Camino Galicia), fuente del saber (Magius, Emeterius, Sennior, Monnius y Ende), morada de santos (Froilán el de Lugo y Atilano el de Tarazona) y paso de devotos (en busca de Santiago Apóstol) está "condenada" por méritos propios, obra de los ancestros de antaño y sus gentes de hogaño, a convertirse y ser la capital de la cultura y la historia más pura del Noroeste de España y Portugal. Un lugar mágico, mítico y místico, a la vera de "Palomillo", "La Folguera", "Vildeo" y la Sierra de la Culebra, donde aprender de un pasado lleno de bondades y grandezas y pasar a convertirse en la Universidad de la Experiencia para las nuevas generaciones.

La iglesia de Santa María consagrada al culto por el Obispo Roberto de Astorga en 1137 fue, es y siempre será el emblema de Tábara y los tabareses. Asentada sobre tierra santa del monasterio dúplice de San Salvador. "Efidicavit Tabarense cenovium ubi congresavit ultramtramque sexun centies servi animas domino servientium ("Edificio el monasterio tabarense donde congregó más de setecientos monjes de uno y otro sexo al servicio divino" sentencia la biografía del ilustre San Froilán que, aparece en la Biblia Mozárabe de la Catedral de León del año 920. Hace ya 1095 años. Casi nada.

Monumento Histórico Artístico desde el 3 de junio de 1931, hoy Bien de Interés Cultural, que llegó a ser destinada incluso durante la República a almacén del Servicio Nacional del Trigo. Se cerró al culto en 1925 y se reabrió el 8 de diciembre de 1991. Sesenta y seis años condenada al olvido, durmiendo el sueño de los justos.

Hasta resurgir de sus cenizas, restaurarse y reivindicarse como uno de los monumentos de la arquitectura religiosa más importantes de España. Desde el pasado sábado sede del Centro de Interpretación de los Beatos, ofreciendo los tres facsímiles de los códices realizados en el Scriptorium Tábarense: Tábara, Morgan y Gerona. Un referente mundial para quien busque ahondar en la historia y elaboración de los beatos. El pueblo que busca un futuro con dignidad ha de conocer sus orígenes: saber de donde viene para saber a donde va.