El alcalde de Venialbo invita a vecinos y forasteros a participar en las fiestas de la localidad y habla de la evolución y los proyectos de futuro del municipio.

-¿Los toros son un componente esencial de las fiestas de Venialbo como ocurre en todos los pueblos del Vino, Guareña y Toro?

-Sí, aunque Venialbo está en Tierra del Vino se sitúa junto a La Guareña y Toro y toda esta zona tiene mucha tradición de festejos taurinos. Nosotros hace cuatro años quitamos la novillada, que era la que más dinero costaba al Ayuntamiento y además el público debía pagar entrada, y en vez de ella ofrecemos encierros y festejos populares todos gratuitos.

-¿Qué festejos han programado?

-Empezamos noche de mañana sábado con una capea y un encierro nocturno urbano con un toro de cajón y dos vacas que otros años congrega a mucho público joven y tras el cual hemos programado un espectáculo de disco móvil de Ricky Galende y la Renovation Experience que también atrae mucha gente. El domingo día 16 es novedosa la celebración de otro encierro con un toro de cajón y cuatro vacas. Pero el encierro más atractivo es el mixto del día 17, San Roquito. Primero a caballo pro la pradera, que resulta muy vistoso por la ubicación de la pradera, que permite a todo el mundo verlo sin dificultad, y después por las calles del pueblo. Es un encierro que mueve mucha gente y para el que hemos puesto talanqueras y creado una infraestructura para dar más dinamismo, participación y vistosidad.

-¿Qué otras actividades han programado?

-Al margen de los encierros también hay verbenas esta noche, el domingo y el lunes que tienen mucho atractivo, porque aquí la gente participa y baila, lo que hace que vengan también muchos vecinos de pueblos de alrededor. Además de los toros y las verbenas también somos un pueblo cultural. La asociación cultural ha celebrado actividades la última semana y hay una exposición de un pintor vecino de Sanzoles, además de haber celebrado un desfile benéfico a favor de Guatemala. Además, Venialbo ha sido desde los años 50 un pueblo de teatro y no queremos perder ese arraigo y esa tradición. Por eso programamos una representación el miércoles y habrá otra el día 18 con el grupo Juan del Enzina que dirige una descendiente de la saga de comediantes de Venialbo, Almudena San Frutos. Además este fin de semana tenemos una exhibición de repique de campanas y del miércoles al viernes de la próxima semana se celebrará un festival de cine al aire libre.

-¿Los más pequeños también tienen su hueco en el programa festivo?

-Sí, también tienen su momento. A ellos iba dirigido el campamento que hemos celebrado en julio cuatro horas al día, también han tenido actividades en la semana cultural y han disfrutado de los hinchables, el tren turístico y la fiesta de la espuma que adelantamos a ayer para no concentrar todas las actividades el fin de semana. También habrá paseos en burro y encierros infantiles y tanto niños como mayores podrán disfrutar juntos de otras actividades como el desfile de peñas de hoy al que seguirá la elección de reina de las fiestas y el pregón. Aunque también celebramos San Roque, mañana se ha programado una misa castellana en honor de la Asunción a la que seguirá un vino español y un aperitivo al que están invitados todos los vecinos y veraneantes.

-¿Las fiestas y actividades culturales suponen un desembolso económico importante?

-Sí, pero es un gasto que repercute en el pueblo porque permite atraer a los descendientes del pueblo y les anima a mantener sus casas aquí, además de atraer forasteros, por lo que redunda en beneficio del pueblo. Además, es de destacar la solidaridad de los vecinos que participan algunos como voluntarios para poner la infraestructuras y las talanqueras y otros mediante donativos. Todos arriman el hombro. Así las fiestas son cosa de todos y están hechas por todos, no es sólo algo del Ayuntamiento lo cual es un orgullo

-¿Cómo afecta la despoblación del medio rural a Venialbo?

-En los años 50 o 60 se llegó a los 2.500 habitantes y ahora empadronados somos unos 500 aunque en verano el pueblo se llena de gente y somos 2.000 o 3.000. Si no hubiera nada no vendrían tanto, de ahí nuestra apuesta por las fiestas y las actividades veraniegas. Como en todos los pueblos, la población está envejecida y entre la activa la mayoría trabaja en la agricultura, algo de ganadería y en empresas de servicios tanto de aquí como de Zamora. El caso de Venialbo es peculiar porque hace seis años había siete niños en la escuela y estuvo a punto de cerrarse pero por diversas circunstancias hemos evolucionado y ahora tenemos 24 niños en las aulas. En 2014 llegamos incluso a aumentar en once personas la población. Sólo con mantenernos ya es un buen síntoma de que en el pueblo hay dinamismo. Desde el Ayuntamiento también hemos hecho una apuesta por el empleo y hemos llegado a tener hasta veinte trabajadores contratados.

-¿Cómo están de infraestructuras?

-Hemos tenido avances y ya hay un buen consultorio, un velatorio y este año abrimos un centro municipal integrado para dar servicio a la población mayor con estancias diurnas y comidas tanto en el propio centro como a domicilio. Además, en septiembre abriremos una guardería para niños de cero a tres años dentro del programa de colaboración con la Junta y la Diputación, para la que ya tenemos todos los permisos. Es la primera vez que damos un servicio de este tipo para las familias jóvenes y nos alegra.