Cien años de vida es un mundo, una vasta trayectoria nutrida de vivencias, de sinsabores y alegrías. Anuncia Sánchez Pérez y Goya Valdés Martín pueden hablar por sí mismas de esa edad redonda, la de un siglo de vida. Anuncia ya lo tiene, Goya está a punto de cumplirlo. Y "solo" por esa proeza humana de alcanzar las tres cifras en una vida, el Ayuntamiento de Quintanilla del Monte con todos sus vecinos ha homenajeado a sus dos hijas centenarias, las únicas quintas que sobreviven entre quienes vinieron al mundo en 1915, con el mundo en guerra.

Goya y Anuncia suman ya a sus recuerdos el cariño de todo un pueblo y las emotivas palabras de su alcalde, Miguel Barrero, quien exaltó la "memoria y lucidez, las ganas de vivir y la ilusión" de estas dos mujeres cuyas vidas han discurrido por caminos distintos. La de Goya en el pueblo, muy activa y siempre pendiente de vestir a la Virgen; la de Anuncia en Francia, hacia donde partió en 1953 para formar allí una familia. Sin embargo la distancia no ha restado ni un ápice de cariño hacia su pueblo, al que vuelve todos los veranos. Ellas correspondieron emocionadas y recibieron una placa y un ramo de flores.