Un conductor de 22 años y nacionalidad portuguesa fue detenido el pasado 31 de julio por circular a 221 kilómetros por hora por la autovía A-11, a la altura del término municipal de Coreses. Durante un control preventivo de velocidad, realizado a las 9 de la mañana, una patrulla de la Guardia Civil detectó el turismo que circulaba a gran velocidad, a cien kilómetros más del límite establecido en la autovía.

Como consecuencia de esta infracción por la alta velocidad a la que circulaba el vehículo, la Guardia Civil montó el correspondiente dispositivo para proceder a la detención del piloto garantizando la total seguridad para los ocupantes del vehículo y el resto de usuarios de la vía. Detención que se produjo en la carretera N-122, a la altura de Alcañices. El conductor resultó ser un varón de 22 años, de nacionalidad portuguesa, que viajaba en compañía de su mujer y de la hija de ambos de 8 meses de edad.

El hecho está tipificado en el vigente Código Penal, que considera delito el exceso de velocidad para este tipo de vías, cuando se circula a una igual o superior a los 216 kilómetros por hora, por lo que se procedió a imputarle un delito contra la seguridad vial.

El Código Penal prevé para este tipo de acciones pena de prisión de tres a seis meses o pena de multa de seis a doce meses o la pena de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días. En cualquiera de los casos se encuentra regulada la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a un año y hasta cuatro, e incluso puede conllevar el decomiso del vehículo.

Este tipo de conductas irresponsables, tanto el exceso de velocidad como el circular bajo los efectos de bebidas alcohólicas, ponen en peligro no solo al infractor y a los demás ocupantes del vehículo, sino que también, al resto de usuarios de la vía.

El detenido junto con las diligencias fue puesto a disposición judicial en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Zamora.

En la carretera donde se detuvo al temerario conductor el día 1 de agosto se producía el terrible accidente en el que perdieron la vida tres niños de nacionalidad portuguesa mientras su padre resultaba herido grave y otra menor sufrió heridas leves.