La gravedad del accidente ocurrido en Cerezal de Aliste provocó una catarata de reacciones. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, trasladó sus «condolencias» a las familias del accidente, al mismo tiempo que anunciaba que el Gobierno se ha puesto «a disposición» de las autoridades portuguesas. El titular de Interior comentó que «toda prudencia es poca» cuando se sale a la carretera y especialmente en estos días en los que se producen «millones y millones de desplazamientos», ya que no sólo está en juego la vida de quien conduce, sino la de quienes «en esos momentos están en la carretera». Tras instar a los conductores a «cumplir con las normas que la Dirección General de Tráfico determina», Fernández Díaz ha confirmado que el Ejecutivo se ha puesto «a disposición» de las autoridades portuguesas, ya que los tres niños fallecidos son de esa nacionalidad.

La delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, se desplazó hasta Zamora para interesarse por el estado de los heridos y las circunstancias de un accidente que calificó como «horroroso». También otras autoridades de la provincia como el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, se solidarizaron con las víctimas. Igual que la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, o el presidente del PP, Fernando Martínez Maíllo, que lo hicieron a través de las redes sociales.