Los "pinares de la Raya están condenados". Es la expresión que pronunciaban algunos los vecinos de los pueblos al ver el panorama, y que defienden que "sólo unidos y formando un frente común entre España y Portugal podremos salvar los montes y los pueblos". Los incendios de los últimos años, en pueblos como Nuez, Latedo, Vivinera, Arcillera y Ceadea -varios de ellos llegados del país vecino-, ha calcinado cientos de hectáreas y se teme que "tarde o temprano el resto de pinares sufra el mismo destino".

David Carrión Gallardo, diputado provincial por Ciudadanos, alistano y amante de la ganadería, mostraba cautela. "Los pueblos de la Raya tenemos una riqueza a nivel medioambiental, micológica y maderera en los pinares y el fuego ha sido una tragedia. Cuando se produce un incendio de este calibre es incontrolable. No es el momento de buscar culpables o errores, sino de estar todos unidos y encontrar soluciones para que los pinares y nuestros pueblos se mantengan a salvo" y aprovechaba para valorar la acertada actividad de todos los medios, tanto aéreos como terrestres que se han dejado todo por evitar una tragedia aún mayor" expresó.

Adolfo Rivas Casas, vecino de Sejas, reconoce que "para nuestro pueblo hoy han muerto muchas ilusiones y esperanzas. Nuestros pinares eran una fuente de vida y se han convertido en cenizas".

Germán Tola Rivas, de Ufones, experto micológico, más de treinta años recogiendo setas en la zona quemada indicaba que "El Bostal y Terneros, en Sejas, han sido un paraíso para las setas. De sus montes han salido miles de níscalos y carboneras. Cuando aún no los quería nadie, hace veintiséis años, los recogíamos y se vendían en Valencia e Italia. En el pinar que hay junto a la carretera de San Mamed en los últimos años ya también había comenzado a producir muchos Boletus pinícola".

José Antonio Alvarez Fernández, vecino de Villarino Tras la Sierra, reconoce que los pueblos están viviendo días difíciles y trágicos. "El fuego es imprevisible, el viento muy traicionero y no sabes hacia donde va a tirar. ¿Miedo? Pues claro que tenemos y hemos tenido miedo, cuando ves como avanza el fuego nadie te garantiza que no vaya hacia tu pueblo y los arrase" dijo.

La Guardia Civil, Rural y de Tráfico, desarrolló una intensa labor durante el momento álgido del fuego, ya que en varios momentos hubo de cortarse el trafico por las carreteras de acceso a Santa Ana y a San Mamed, y regularlo en la Nacional 122 con el transito de vehículos contraincendios.