La "labor de los efectivos contraincendios fue extraordinaria y la superficie quemada quedó en unas doscientas las hectáreas cuando podría haber pasado de mil y haber arrasado algún pueblo" según expresaban ayer las autoridades que siguieron de cerca la evolución de las labores de extinción. También los vecinos destacaban el trabajo de los participantes en la extinción porque "lo dieron todo, muchas veces poniendo en peligro su integridad física, para salvar a los pueblos".

El conocido como el "Pulmón de la Raya" abarca una amplia extensión de pinares paralelos a la frontera con Portugal, por Vivinera, Arcillera, Santa Ana, Alcañices, Alcorcillo, Villarino, Tras la Sierra, Sejas y Latedo, plantaciones que en algunos casos, plantados en los años cincuenta del siglo XX, según los expertos "están entre los mejores de España". No han faltado los peligros por los fuegos llegados desde Portugal.

En total, en su momento álgido, participaron alrededor de 144 efectivos humanos: 7 técnicos, 14 agentes de Medio Ambiente, helicópteros de Gruadramiro, Villardeciervos, Villaralbo y Rosinos, 2 aviones anfibios de Matacán, helicóptero hotel, 2 helitransportadas de Tabuyo y 2 de Laza, 11 bulldozer, 5 autobombas, 8 cuadrillas de tierra, 2 Unidades de Intervención UME y los bomberos de la Diputación de Zamora y de la mancomunidad "Tierras de Aliste".