Los feligreses de Granja de Moreruela no se dan por vencidos en su empeño por evitar la sustitución de su párroco, don Manuel Iglesias, por el cura de la vecina localidad de Bretó, don Santiago Cañizares, y ayer presentaron en una oficina de Correos más de 300 firmas de protesta que serán enviadas por burofax al Obispado. Como ya contó este diario, el prelado de Zamora anunció en junio que Iglesias servirá a partir de septiembre en La Bóveda de Toro, mientras que del templo de Granja se tendrá que ocupar Cañizares. La decisión no sentó bien a una amplia mayoría de los granjeños, que no olvidan cuando los vecinos de Bretó se llevaron a su iglesia a la Virgen de los Montes NegrosVirgen de los Montes Negros "por órdenes del cura", en 2014, pese a que el lugar de culto habitual de la imagen es la ermita situada en el paraje de Puente Quintos, en terreno neutral, ya que es venerada por devotos de ambos pueblos.

El cabreo parece ser tan grande entre los de Granja que la cantidad de firmas entregada es incluso mayor al número de habitantes censados en el pueblo, por lo que se han entregado ya sin esperar a la llegada de los granjeños emigrados, en el mes de agosto.

Ni siquiera una carta enviada por el obispo de Zamora a los fieles de Granja de Moreruela, leída por el párroco don Manuel en la misa dominical del día 12, ha conseguido calmar los ánimos de los devotos. En la misiva, según ha informado una feligresa que estuvo presente durante la homilía, Gregorio Martínez mostraba su sorpresa ante la reacción del pueblo de Granja al cambio de párroco, el prelado suponía que el conflicto por la ubicación de la virgen estaba resuelto después de que la romería de este año en Puente Quintos transcurriera sin incidentes. Sin embargo, el prelado reconoce en la carta, siempre según esta devota, que don Santiago quizás "se precipitó" al adoptar la decisión de trasladar la virgen aconsejado por los vecinos de Bretó, quienes temían que el mal estado de la ermita pudiera suponer un peligro para la imagen.

Por otra parte, el pontífice informaría en dicha carta de que en una reunión mantenida con ambos sacerdotes se adoptó la salomónica decisión de que la Virgen de los Montes Negros residiría de enero a abril en la iglesia de Granja, durante la temporada de romerías en la propia ermita de Puente Quintos, y pasada la época hasta diciembre en la iglesia de Bretó.

Este intento del obispo por poner paz y atemperar los ánimos en Granja no ha alejado la idea de que el cambio de cura es "un intento de castigar al pueblo por haber acudido a los medios de comunicación", algo que piensa un buen número de granjeños. En el pueblo no ven con buenos ojos que el prelado no respondiera antes a las numerosas cartas enviadas al obispado por numerosos feligreses hace año y medio, cuando surgió el conflicto. El Ayuntamiento también intentó, sin éxito, ponerse en contacto con Martínez Sacristán en aquellas fechas. "Nos contesta año y medio más tarde y después de que hayamos tenido que publicar dos artículos en la prensa, y la carta está muy bien, pero el cambio de cura sigue sin agradarnos", asegura una devota practicante que colabora activamente en el día a día de la parroquia de Granja.

La misiva del obispo fue objeto de debate público tras la misa del domingo, varios feligreses dieron su opinión delante del resto de la comunidad y del propio don Miguel para dejar claro su malestar. Un grupo de ellos sigue adelante con la iniciativa de enviar una carta al Papa Francisco explicándole la situación, "porque creemos que el estilo de este obispo no encaja en el tipo de Iglesia que representa el actual Sumo Pontífice", afirman, y reconocen que "sabemos que esto es una nimiedad entre todos los problemas que tendrá el Papa, pero tenemos que intentarlo". Si no pueden evitar la llegada de don Santiago Cañizares a la parroquia, muchos se plantean dejar de acudir a mesa, y otros recelan pero tomarán su decisión "dependiendo de la actitud que veamos", advierte una de las devotas.