Los comedores de los 43 Centros Municipales Integrados (Cemi) de la provincia permanecen abiertos durante todo el verano para dar servicio a los menores cuyos padres lo soliciten, así como a todos los miembros de las familias en situación de necesidad, según anunció ayer la presidenta de la Diputación de Zamora, Mayte Martín Pozo, durante una visita al centro de Manganeses de la Lampreana, una de las primeras que realiza desde que dirige la institución provincial.

La Diputación comenzó a poner en marcha este tipo de centros en 2004 en la comarca de Aliste como comedores sociales para las personas mayores que viven solas, pero hoy en día están abiertos a gente de diferentes edades y se han convertido en lugares donde se ofrecen actividades de todo tipo a través de los Centros de Acción Social repartidos por las diferentes comarcas, tales como talleres de envejecimiento activo, de preparación para la jubilación, conferencias sobre salud o actividades intergeneracionales que ponen en contacto a los niños con los mayores de la localidad. Además, ya son más de 500 los usuarios que a lo largo de todo el año comen en estos centros "que no son comedores de beneficencia, sino que ofrecen otro tipo de servicio, son un lugar de sociabilización y dan una alimentación equilibrada, de calidad, que está supervisada por médicos y ATS y se ha comprobado que en muchos pueblos han disminuido las enfermedades relacionadas con la alimentación desde que la gente viene a estos centros", aseguró Martín Pozo, que hizo un llamamiento "para animar a las personas a que vengan a comer a los Cemi". Además de los 43 ya existentes, la Diputación tiene proyectado abrir 22 más en los próximos meses.

La oferta de estos centros es cada vez más variadas, y en el de Manganeses de la Lampreana se llevaba a cabo ayer una actividad intergeneracional durante la visita de la presidenta de la Diputación, concretamente un espectáculo de magia a cargo del mago Miguelillo del que disfrutaron las personas mayores que suelen comer allí y una veintena de niños. También asistieron la propia Mayte Martín, la diputada de Políticas Sociales, Maribel Escribano, y el alcalde Juan Carlos Bueno. Tras la actuación dieron cuenta del menú del día junto a los 57 usuarios que están comiendo allí esta semana: patatas con pata y carrillera. Además, como era el cumpleaños de una de las habituales del centro, había flan de postre.

El comedor municipal de Manganeses es uno de los que cuenta con mayor cantidad de usuarios, en estos días están repartiendo cerca de 60 menús, cuando el verano pasado eran unos 40. Este incremento ha obligado al Ayuntamiento a adquirir mobiliario nuevo y ampliar el horario de las trabajadoras durante el verano. "Manganeses ya no se imagina sin un servicio como este", asegura el alcalde, Juan Carlos Bueno. Hace unos meses comenzaron a ofrecer recoger la comida para llevar a casa, una opción escogida por una veintena de los usuarios actuales. Además, desde el Consistorio barajan implementar nuevos servicios, "como el de lavandería, porque nos lo están demandando los propios usuarios, y se lo estamos planteando a la Diputación para que nos ayuden, tendríamos que montar la instalación pero hay sitio" -explica el regidor- "aprovechando que vienen a comer, dejarían su ropa sucia y se llevarían la limpia".

Además de costear la construcción de los comedores, la Diputación ayuda a mantenerlos "con una partida anual de 360.000 euros que se distribuye entre los distintos Cemis a través de una convocatoria pública", explica la presidenta. Bueno apostilló que "siempre he pedido a la institución que se tenga en cuenta el número de comensales porque, sin menospreciar a ningún pueblo, no se puede dar una cantidad parecida a un comedor con 8 o 10 usuarios que a uno que da 57 comidas".

El de Manganeses abrió en 2008 y los usuarios que ayer se encontraban allí están muy satisfechos. Leonor Torre come allí desde el primer día, porque vive sola "y porque la calidad de la comida es excelente", asegura.