Con el aplauso del público y el jaleo a los acróbatas Ricardo Domingos- Arrepiado y Metal Stunt, tras su actuación en la plaza de El Mercado de El Puente, finalizó ayer la XXIII edición de la Concentración Internacional de Motos del Lago de Sanabria. Una cita en la se inscribieron cerca de 1.300 participantes pero en la que han participado más de 5.000 moteros de toda la Península Ibérica. Las 1.000 bolsas de regalos para los inscritos se agotaron el sábado horas antes de cerrar la inscripción. Los aficionados y espectadores sanabreses arroparon a los huéspedes que rularon sobre dos ruedas en un caluroso y playero fin de semana.

El alcalde de Galende, José Manuel Prieto, destacó su satisfacción por el desarrollo de la concentración, de la que destacó la "participación y colaboración", además de pedir disculpas a los vecinos por el ajetreo de estos días. El mandatario municipal destacó que no se hubieran producido incidencias a los largo de la Concentración.

El desayuno, madrugador para una larga noche de fiesta, en la Plaza del Mercado abrió los actos del último día de concentración en el que se recuperó la visita al Conjunto Histórico de Puebla. Unos 100 participantes coparon la Plaza del Mariquillo parar recorrer el Castillo y probar, sin moto, los 83 escalones del Macho. Más de un centenar de moteros degustaron el refrigerio ofrecido por la alcaldía de Puebla que retoma la colaboración con la concentración. El alcalde de Galende, junto con el diputado Manuel Santiago y el teniente de alcalde de Puebla Pedro Castronuño, entregaron los premios a los participantes. Los primeros moteros inscritos fueron Omar Domínguez Diana García. El motero más lejano fue Vasile Tamase con 4.800 kilómetros desde Rumanía. La veteranía tiene un nombre que se ha repetido en las cuatro últimas ediciones, Simón Núñez. La moto más antigua tiene unos cuantos años, una BMW de 1959 que pilotó Jorge Calvo. Y por números que no sea, el premio al club más numeroso fue el vallisoletano "De ruta madre". La suerte en el sorteo de premios parece que tomó la dirección de Pucela.

El sábado noche se dirimió entre las pocas ganas de sueño y muchas ganas de participar en las actividades más espectaculares como la culminación de la antorchada en Ribadelago, que abarrotó de público la Plaza de España para degustar chocolate y queimada. Las motos circularon con la antorchas alumbrando las Dos Castillas y los afluentes del paseo del Tera por las calles Guadalquivir, Júcar, Guadiana y el Segura. Los participantes degustaron más de 80 litros de chocolate y bizcochos, y se recrearon ante el espectáculo de la queimada. La fiesta se trasladó posteriormente a la otra plaza, la del Mercado con las actuaciones nocturnas de Ricardo Domingos- Arrepiado y Metal Stunt.