Entre rozadas e hilandares

P arece que fue ayer, sin embargo, han pasado ya 27 años desde aquella lluviosa tarde del otoño de 1988 cuando Bernard Junquera, profesor de la Educación Compensatoria de Alcañices, salió a la carretera con el objetivo de labrar en los pueblos la moda del asociacionismo cultural. En esta zona los modernismos, incongruencias de la vida, comenzaban a llevarnos por el mal camino de la individualidad, a nosotros, los alistanos, tabareses y albarinos acostumbrados a sobrevivir gracias al apoyo mutuo, familiar y comunal, en rozadas, hilandares, concejos, senaras y trillas. Sabios nuestros ancestros, se dieron cuenta que a veces la soledad del cada uno por su lado es muy mala consejera y compañera de viaje, pero un grano tras otro grano hacen el "muelo" de la era. Nació la Federación de Asociaciones camino del invierno y el 11 de junio de 1999 Fonillos abría el Día de la Comarca, tras el prólogo un año antes en Palazuelo de las Cuevas. Ahora, cada mes de julio, el Día de la Comarca es cita obligada en el calendario festivo de nuestra tierra. Aliste, Tábara y Alba, alistanos, tabareses y albarinos, estamos obligados a mantener nuestro sentimiento de comarca, juntos que no revueltos. Los pueblos y civilizaciones que olvidan sus orígenes terminan feneciendo. Nuestra tierra necesita de sus hijos, de todos, para seguir escribiendo nuestra historia, digan lo que digan, para nosotros la mejor: oro puro.