Miles de personas abarrotaban el prado de la Reguera antes de las 10 de la mañana de ayer para presenciar los primeros espantes de Fuentesaúco de 2015, un éxito de asistencia mayor si acabe al de años anteriores. El ancestral festejo terminó sin ningún herido, aunque en un momento un espantador fue arrollado por un novillo, no sufrió más que algunos rasguños. No sucedió así en el posterior encierro urbano que se celebró a partir de las 13 horas, en el que un aficionado sufrió un puntazo en el abdomen y tuvo que ser trasladado al Complejo Asistencial de Zamora donde le cosieron la herida y permanece hospitalizado, pero fuera de peligro.

La línea de espantadores también estaba más nutrida que en los últimos años, los entendidos coincidían en que los mozos llevaron a cabo tiempos de descanso correctos entre los intentos de espante, manteniendo tranquilos a los animales para evitar el desgaste de los bóvidos, que este año son de la ganadería salmantina Hermanos Matías Sánchez.

Puertas abiertas

Después de algunos intentos fallidos por llevar la manada al espante, caballistas y espantadores consiguieron llevar a cabo dos con bastante perpendicularidad a la línea, "pero las querencias marcadas por el prado hacen que los bravos y mansos vuelvan la cara y huyan antes del embroque con los mozos", valoran desde la Asociación Espantes de Fuentesaúco. Tras el lanzamiento de la bomba pirotécnica se llevó a cabo un tercer intento con las puertas del prado abiertas. Los miembros de este colectivo lamentan que "el Ayuntamiento no esté por la labor de que se vuelva a ejecutar de esa forma, con las puertas abiertas", y piden a la organización "que trabaje para cambiar esta situación, pues los espantes de Fuentesaúco deben llevarse a cabo con labor y orden", aseveran.

Finalmente la organización consiguió que tres de los cuatro novillos subieran hacia las calles del pueblo, el otro tuvo que ser devuelto al camión.

El alcalde de Fuentesaúco, Gaspar Corrales, considera que el espante fue "un éxito", tanto en espectáculo, como en organización y en nivel de asistencia.

Los aficionados a los toros continuaron divirtiéndose con el encierro por las calles de Fuentesaúco, empañado por la cogida a un mozo, pero hoy se volverán a dar cita a la misma hora en la Reguera para presenciar a la segunda mañana de espantes, en la que la asistencia de espectadores probablemente será mayor al ser domingo. Quienes todavía se queden con hambre de encierros el lunes podrán disfrutar de espantes con vaquillas en el mismo lugar, y el posterior encierro urbano.