España y Portugal se dieron cita ayer en Alcañices para venerar, como se lleva haciendo cada dos de julio desde hace siglos, a Nuestra Señora la Virgen de la Salud. Hombres y mujeres, niños de corta edad, jóvenes y mayores, muchos octogenarios y nonagenarios, se postraron ante la patrona de Aliste en busca de bien más preciado, la salud, para sí mismos y para sus familiares y amigos. A las 8 el histórico santuario mariano de peregrinación abría sus puertas para celebrar la misa más tempranera. Los sacerdotes atendiendo a los feligreses para confesarse. Hasta cinco eucaristías, -a las 10 una en portugués-, donde recibieron la comunión alrededor de mil personas.

La Banda de Zamora puso la música y a las 12.15 horas tuvo lugar la recepción institucional en el Ayuntamiento a donde llegaron la presidenta de la Diputación de Zamora, Maite Martín Pozo, el subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo, los representantes de las Cámaras de los Concelhos de Miranda do Douro, Braganza y Vimioso, junto los alcaldes alistanos liderados por el de Alcañices, Jesús María Lorenzo Más.

En templo del antiguo convento de San Francisco se llenó a rebosar con miles de devotos, la mayoría alistanos y trasmontanos, pero también otros llegados de Sanabria, Alba, Tábara, Tierra del Pan, Benavente, Sayago, Salamanca, Palencia y León, para participar en la nmisa de acción de gracias presidida por el obispo Gregorio Martínez Sacristán y oficiada por los sacerdotes alistanos, así como otros que en sus día desarrollaron su labor en Aliste.

Hacia las 2 de la tarde la Virgen de la Salud salía al Sagrao en su carro triunfante tirado por devotos. Emocionadas caras entre los alistanos y trasmontanos al ver su Gran Señora, mirándole a los ojos, tocando su manto, rogándole salud, agradeciéndole los favores recibidos.

Los alistanos y alistanas de la agrupación Manteos y Monteras pusieron, altruistamente, la música de gaita, dulzaina y tamboril y los bailes para la Madre de Dios, acompañados este año por 20 alumnos y alumnas de la Escuela Alistana de Folclore, todos con trajes alistanos. Por la tarde hubo novena y se dio a besar la reliquia. Alistanos y trasmontanos honraron por todo lo alto a la Virgen de la Salud.