El proyecto "Desiertos Verdes" ha abierto las puertas a la esperanza para la recuperación de zonas áridas y semidesérticas, con un claro ejemplo de éxito en las plantaciones realizadas en la escombrera de la pizarrera de Abejera de Tábara y en la Sierra de la Culebra en Sarracín, ambas localidades del municipio de Riofrío. Así lo resaltaron los expertos ayer en la conferencia final internacional The Green Deserts en el Palacio de Congresos "Conde Asurez" de la Universidad de Valladolid, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Lucha contra la Desertización de las Naciones Unidas.

El proyecto "Life Plus & Los Desiertos Verdes", iniciativa dirigida por Sven Kallen, bajo la coordinación de Zacarías Clérigo, de la Universidad de Valladolid, iniciado en España el 1 de octubre de 2011 abre el camino hacia su final el 30 de septiembre de 2015, tras ejecutar actuaciones presupuestadas en 2.131.494 euros (1.007.977 euros corresponden a la subvención de la Unión Europea) para actuaciones en la comarca de Aliste (Riofrío, Sarracin y Abejera), Fuensaldaña (Valladolid), desierto de "Los Monegros" (Aragón), estación de esquí de San Isidro (León) y Viladecans y Sant Boi (Barcelona).

En total se ha actuado en 65 hectáreas y plantado 55.000 árboles, utilizando e investigando, con la utilización del Groasis Waterboxx. Durante cinco años un equipo multidisciplinar formado principalmente por Ingenieros agrónomos y de Montes de la Escuela Técnica Superior de Ingenierias Agrarias de Palencia ha desarrollado el proyecto de los Desiertos Verdes cuyo objetivo es repoblar zonas áridas y semidesérticas donde, aseguran los propios expertos, "a nadie se le ocurriría plantar un árbol". Algo que se hace un sistema, el Groasis Waterboxx "capaz de retener el agua de la lluvia e ir soltándola cuando la planta la necesita, además de recoger la del rocío".

Los resultados oficiales expuestos ayer certifican que "la supervivencia media de los groasis waterboxx en los distintos emplazamientos ronda el 80%, mientras que la media de la población testigo varía entre el 5% y el 20%".

Las conclusiones fueron que "La utilización del GW durante el primer año es fundamental para la supervivencia y consolidación del árbol y sus raíces en el subsuelo" siendo "imprescindible utilizar plantones de alta calidad, una correcta gestión de la plantación, además de un mantenimiento adecuado posterior". Los expertos aseveraron que "se ha detectado un aumento de la biodiversidad de las áreas reforestadas durante el proyecto Desiertos Verdes".

En cuanto al impacto económico, los costes de reforestación con GW variaron significativamente entre los tipos de terrenos: "La reforestación con GW en zonas llanas sólo representa un aumento de los costes del 5% comparado a la reforestación tradicional". Sin embargo en zonas montañosas "Implica costes considerablemente más altos en cuanto a mano de obra y dificultades logísticas". La sentencia es clara: "A pesar de ser muy efectivo en términos de supervivencia, el GW es aún demasiado costoso para ser viable". La conclusión es que "esto abre oportunidades para encontrar un diseño más económico".