Integrantes del denominado equipo Sabbath, dedicado a la investigación paranormal han situado en su radio de estudio a la estación ferroviaria de Abejera, "con el objetivo de verificar y tratar de documentar" el extraño fenómeno que algunos habitantes de la zona aseguran que tiene lugar. Tras los estudios, iniciados el pasado verano, los investigadores concluyen que "la actividad paranormal es cierta y, sin descartarse posibles impregnaciones, inteligente". Así lo asegura en su trabajo el equipo de investigación llegado desde Asturias que aportar como prueba una "psicofonía en la que se nombra a la sensitiva del grupo".

El equipo Sabbath, integrado por Javier y Marian, llegó a la zona una tarde del pasado mes de agosto. Su primera impresión fue de total aislamiento, ya que no se divisa ninguna casa desde el lugar y hay que recorrer un largo camino de tierra y piedras para llegar al destino. Afirman que "lo cierto es que, a medida que el equipo iba realizando indagaciones sobre la historia del lugar previas a la investigación de campo del mismo, más plausible parecía la posibilidad de encontrar cierto nivel de impregnación".

Los estudiosos reparan en un trágico accidente ferroviario ocurrido en el lugar, así como en que "hay gente que afirma que el edificio fue utilizado durante la Guerra Civil con oscuros propósitos". Añaden que "otro hecho relevante es que el edificio se encuentra en el entorno de la Sierra de la Culebra, muy cerca de una estratégica elevación denominada la "Peña del Castro", en la que existen restos de un asentamiento defensivo celta y leyendas de constantes escaramuzas entre cristianos y musulmanes en la época de la Reconquista en torno al mismo".

El ya concluido informe resalta que "tras un primer recorrido por todos los edificios que componen el complejo, tanto las lecturas del detector de campos electromagnéticos como las percepciones de Marian, hacen que el equipo decida centrar la investigación nocturna en el edificio de viajeros". A medida que caía la noche los investigadores fueron siendo más conscientes del "sobrecogimiento que produce el lugar". Aseguran que "la sensación de amenaza es constante desde la puesta del sol". Tras realizar fotografías nocturnas en el exterior y posteriormente colocar una alarma de movimiento en la puerta, prosiguieron investigando en el interior.

Los resultados no pueden ser más sorprendentes. "En el interior es donde las sensaciones de Marian se incrementan. Percibe voces susurrando, tanto de mujeres, hombres como de niños" incluso es capaz de "distinguir alguna palabra suelta" como "Clara", y su propio nombre. La psicofonía quedó recogida "por una de nuestras grabadoras". La investigadora afirma también haber tenido otras sensaciones físicas: "Hasta llega a notar que la tocan en un par de ocasiones". En otra psicofonía se utiliza la expresión "¡Que se pire ya!". En una fotografía aparece Marian y al fondo una extraña esfera de luz, que ellos indentifican con la actividad paranormal porque "en la puerta de fondo no hay cristal, ni nada que pueda producir un reflejo". Abejera ha sido escenario de tragedias: en marzo de 1984 un varón fue, al parecer, arrojado del tren. "El hombre, sin documentacion, fue enterrado allí y después exhumado por la Guardia Civil el 16 de septiembre de 2001. Se llegó a especular que fuera el cuerpo de "El Nani", desaparecido sin dejar rastro.

Con o sin apariciones, la evidencia se plasma en los papeles de los investigadores: "las paredes de piedra, que lloran abandono y se muestran en las noches añoranado mejores tiempos de gente y paso de trenes". "Quizás los fantasmas logren sostener en pie lo que los vivos no logran", dicen en Abejera.