Tábara abrió ayer las romería populares de primavera de "La Raya" con las honras y ofrendas a San Blas y San Mamés. Atrás quedó ya la Semana de Pasión con sus misereres y silencios, dando paso al tronar de los cohetes y la pólvora quemada, la música de dulzaina y tamboril a la vera de frondosos montes y verdes praderas. Buen día y mucho sol que los romeros aprovecharon para madrugar y salir camino de la Sierra de la Culebra a reservar y preparar el lugar para la comida campera.

Hacia el mediodía la ermita de la montaña abría sus puertas y los devotos comenzaron a llegar para visitar a los protectores de los males de garganta (San Blas) y de los huesos de la rodillas (San Mamés).

El joven tabarés Francisco Villalón Matellán fue el encargado de portar el Ramo y el alcalde José Ramos San Primitivo llevó la Vara, acompañados por el cura José Manuel Ramos Gordón, el Juez de Paz y miembros de la Corporación junto a los vecinos de la Villa.

Sus seguidores cumplieron con la tradición de pasar el pañuelo por el cuerpos de los santos mártires para luego llevárselo a los suyos en busca de la protección divina. Nadie faltó a la cita con San Blas y San Mamés en una eucaristía que, oficiada por el párroco José Manuel Ramos, se abría con el canto del ramo donde las mujeres entonaron las alabanza, grandezas, peticiones y gracias a los santos del campo de la Sierra de la Culebra. Durante la homilía los devotos fueron haciendo sus ofrendas y encendiendo velas en busca de la gracia divina. Cumplida la tradición con los rezos religiosos los romeros regresaron a la pradera donde tenía lugar la subasta de los dos ramos y decenas de roscas elaboradas para la ocasión y cuyos fondos serán destinados a arreglos en la ermita. La romería de San Blas y San Mamés se celebra desde tiempo inmemorial y antaño acogía la llegada hasta la Sierra de la Culebra de devotos, vecinos, romeros y autoridades de todos los pueblos del antiguo Marquesado de Tábara.