La provincia de Zamora perderá el próximo mandato municipal treinta concejales con respecto al actual que está a punto de concluir. El descenso de población, que afecta a todos los partidos judiciales de la provincia -Benavente, Puebla de Sanabria, Toro, Villalpando y Zamora- tiene su consecuencia directa en la menor representatividad municipal.

Los datos de la Administración del Estado, publicados ayer en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), revelan que 16 municipios zamoranos perderán durante los próximos cuatro años a dos de sus representantes en la corporación municipal al no llegar al número mínimo de habitantes para mantener la misma representación, de acuerdo con la Ley Orgánica del Régimen Electoral General.

Se trata de Pueblica de Valverde, Villanueva de las Peras, Villaveza de Valverde, Justel, San Justo, Bustillo del Oro, Villar de Fallaves, Cuelgamures, Gema, Losacino, Peleas de Abajo, El Piñero, Trabazos, Vegalatrave, Villadepera y Villaseco del Pan. Todos ellos pierden dos concejales en sus respectivos ayuntamientos; es decir, los que tenían siete pasan a cinco por bajar de los 250 residentes; y otros que tenían cinco se quedan en tres por no superar el centenar de habitantes. En este último caso se encuentran 23 pueblos de la provincia frente a los 16 que había en 2011, una prueba más del declive demográfico que tanta mella está haciendo en el medio rural.

En el otro lado de la balanza está Monfarracinos, el único pueblo de Zamora que tendrá dos concejales más en su Ayuntamiento, pasando de los siete actuales a nueve. Y la explicación es similar. El municipio ha superado la barrera de los mil habitantes, aunque solo sea por una persona (el censo oficial de 2015 arroja 1.001 residentes) y automáticamente el Ayuntamiento pasa a tener nueve concejales. La cercanía del pueblo a Zamora capital ha sido fundamental para el refuerzo demográfico de Monfarracinos, que ha pasado de 872 residentes en el año 2011 al millar con el que cuenta cuatro años después, según reflejan las cifras de población resultantes de la revisión del padrón municipal referidas al 1 de enero de 2014 y declaradas oficiales en diciembre pasado.

Y si por un habitante Monfarracinos va a ganar dos concejales, se da el caso contrario de Villárdiga (en Tierra de Campos) que por un residente pierde dos ediles. Se ha quedado en 99 habitantes, a tan solo uno

Los municipios que se han quedado por debajo de los 250 habitantes cambiarán el régimen de elección. De acuerdo con la Ley Electoral, cada partido o agrupación podrá presentar una lista con un máximo de tres nombres si tiene hasta cien residentes y de cuatro en los municipios entre 101 y 250. Y cada elector podrá votar a un máximo de dos en el primer caso o a un máximo de cuatro en el segundo. Serán proclamados electos los candidatos con mayor número de vosotros hasta completar el número total de concejales, tres o cinco; y en caso de empate se resolverá por sorteo. Un sistema de listas abiertas, nuevo para los pueblos que hasta ahora contaban con siete concejales en cuyo caso se votaban listas cerradas de cada uno de los partidos.

Pero al margen de la forma de elección de los representantes municipales, el efecto más negativo de la pérdida de población es la reducción de ingresos del Estado. "Con un solo habitante menos, perdemos también dinero" confirma el alcalde de Villadepera, José Ignacio Isidro. "Es lo que realmente me preocupa, porque lo de la representación en el Ayuntamiento es secundario. El verdadero problema es la pérdida de población, el envejecimiento de los pueblos sin que haya gente joven que lo compense; ése es el drama" incide el alcalde del único pueblo de la comarca de Sayago que pierde concejales al pasar de 266 a 244 habitantes en el periodo de cuatro años.

Y en la misma idea se pronuncia Marcos Casado, regidor de Gema del Vino, donde por primera vez se sentarán en los plenos cinco concejales frente a los siete que ha tenido a lo largo de toda la historia democrática. "En este pueblo quedarán unas cuatro familias con menos de cuarenta años; a este ritmo nos quedamos sin nada" lamentaba el regidor.

Sobre este fenómeno se pronunciaba ayer también el alcalde de Puebla de Sanabria y senador socialista, José Fernández, quien mantiene que la disminución de concejales "esconde una realidad preocupante y dramática". Consideró que este hecho "es un camino más hacia el cierre de los pueblos, al que hay que añadir la elevada edad de las personas empadronadas". Por ello Fernández pidió que las políticas deben centrarse en aumentar la población en el medio rural.