Venialbo se niega a perder sus tradiciones, y puesto que este año no había ningún quinto en el pueblo, los nacidos en 1964 se han liado la manta a la cabeza y han ocupado a sus 50 años el papel de quintos organizando la procesión de Las Candelas, que se adelantó a la jornada del domingo, y las coplas al gallo típicas de la festividad.

Las celebraciones comenzaron, como es costumbre, con un paseo por el campo de los quintos en la víspera, el sábado. A la 1 y cuarto de ayer un repique de campanas congregaba a los vecinos en la iglesia parroquial para asistir a la misa en honor de Nuestra Señora, amenizada por el coro local.

Para no perder el más mínimo detalle de la liturgia tradicional de la fecha, se presentó al niño en el templo y posteriormente los del 64, en su papel de quintos, sacaron a la Virgen en procesión por las calles del pueblo.

Coplas al gallo

Tampoco faltaron por la tarde las tradicionales coplas al gallo, recitadas por algunos de los nacidos en 1964 y por otros voluntarios de diferentes edades. Destacó la joven Aiden Sánchez, luciendo una guerrera militar a lomos de un caballo, mientras que sus compañeros, todos hombres, tuvieron que cantar las coplas subidos a tres burros.

El alcalde, Jesús Vara, destaca que "Venialbo es un pueblo que no quiere perder sus tradiciones, y si no hay quintos cumplimos todos los rituales, aunque tenga que ser en burro".

El próximo domingo también será una jornada especial en la localidad. Será el turno de la cofradía de las Águedas, que recorrerá las calles de Venialbo a partir de la una del mediodía.