Rafael Morán Martínez, más conocido en todo el mundo con el sobrenombre del "curandero de Trabazos", como descubridor de la llamada "agua milagrosa", fallecía el viernes a los 92 años de edad -en febrero cumplía 93- tras desarrollar durante cuatro décadas su labor como sanador en la Raya de España y Portugal.

La persona que, sin lugar a ninguna duda, más fama ha dado a nivel mundial a Trabazos y que más gente atrajo al pueblo a lo largo de su historia, con sus miles seguidores y detractores -el curanderismo siempre ha sido, es y será origen de posiciones extremas y encontradas-, recibió ayer el último y sentido adiós de familiares, vecinos y amigos en la iglesia parroquial de San Pelayo Mártir. Después fue trasladado al camposanto situado junto al santuario de Nuestra Señora la Virgen de la Soledad. Rafael es ya parte de la historia y vida contemporánea de Trabazos y Aliste.

La historia daba comienzo allá por 1971. El mismo atestiguó ante un juez en 1979 que "hacía ocho años sus ganados se morían por brucelosis, indicándole el señor veterinario que era una enfermedad irreversible e incurable, por lo que se propuso observar los animales y como consecuencia de sus observaciones llegó al convencimiento de que los podía curar mediante infusiones de agua, a las que adiciona cosas dulces para facilitar su sabor, poniendo los resultados de sus observaciones en conocimiento de la jefatura provincial de Sanidad, quien le manifestó que el señor veterinario le facilitara un animal enfermo para experimentar sobre él y estudiar los resultados, gestión que no ha tenido lugar todavía".

Según manifestaba ante la autoridad judicial "su bebida es estimulante de la sangre y, en general, de todo sistema circulatorio, conclusión a la que ha llegado al ver que personas sometidas a tratamiento de cobalto le vuelve a circular la sangre por las zonas quemadas".

Su fama era tal que Rafael Morán -que llegó con su familia a Trabazos el 22 de junio de 1986- escribió un libro dedicado "a todos los que sufren y luchan por su existencia", sobre él y su peculiar actividad. "Rafael de Trabazos: rotos, desechos y escacharrados" era el título de la obra donde incluía muchos testimonios.

La fama y la actividad en sí de curandero con personas comenzaría hacia 1976 aupado por referencias a él en RTVE como hipotético curador del cáncer y por ser merecedor de noticias y reportajes en periódicos y noticieros punteros de la época como "Pueblo" y "El Caso". Hubo épocas en que los periódicos, entre ellos "El País" (12 de marzo de 1982), llegaron a asegurar que cada día pasaban por su casa hasta cinco mil personas. Lo que si que es cierto es que a su vera florecieron los hostales y pensiones a temporadas siempre llenos.

Si la hipotética posibilidad de que su agua curase el cáncer atrajo a miles de desahuciados, el número de visitantes se incrementaba aun más con el síndrome Tóxico de la colza, comenzando a llegar a Trabazos en septiembre de 1981 decenas de afectados por dicho aceite.

Javier Faúndez Domínguez, alcalde y paisano asevera que Rafael Morán Martínez y su familia "han sido y son un ejemplo para Trabazos, y muy queridos y respetados en el pueblo", algo que refrendan sus vecinos así como personas que tomaron su "exitoso preparado".