Pese a que la policía se encontraba desde primera hora de la mañana en San Vicente de la Cabeza, fueron muy pocos vecinos que se percataron de su presencia en el pueblo. No fue hasta cerca del mediodía cuando empezaron a revelarse detalles del macabro suceso. Un chico no muy conocido en el pueblo, poco sociable, que frecuentaba San Vicente en verano y algunos puentes como el pasado de los Santos, se apuntaba como responsable del hallazgo de dos cadáveres en una poza situada al lado del pueblo.

Los padres de Raúl Álvarez Ríos, ya jubilados, son zamoranos; él de Villardeciervos y la madre de San Vicente de la Cabeza donde tienen una casa en la que pasan temporadas. Ahora se encuentran en Madrid. La procedencia del padre explicaría la razón de que la policía haya estado investigado el caso en Villardeciervos, donde la familia conserva algunas tierras. "Hace como un mes vinieron dos policías" confirma el regidor Jesús García.

La historia de la familia se inició cuando la madre, hija de agricultores alistanos, emigró de joven a Madrid donde conoció y se casó con un emigrante de Villardeciervos, hojalatero de profesión, formando una familia de la nacieron una hija, casada con un alistano de un pueblo limítrofe, y un hijo, Raúl. El padre es muy conocido y se reconoce en él la habilidad para hacer antiguos utensilios como los tradicionales candiles ahora para decoración.

El presunto homicida solía venir por el pueblo, aunque últimamente no lo hacía muy a menudo, de hecho muchos vecinos ni le ponían cara pues "no se prodigaba mucho, ni solía ser hombre de relacionarse o ir al bar".

Tras conocer el macabro suceso vecinos de San Vicente de la Cabeza hacían memoria y empezaban a cuadrar cosas: "aquí no sabíamos nada; los últimos días notamos movimiento por las canteras -un gran lago artificial entre Palazuelo y San Vicente al cesar la actividad pizarrera-, igual era que las andaban buscando (a las mujeres) por allí".

Para extraer los cuerpos hubo de retirarse la antigua noria de hierro que aún permanecía sobre el pozo, y que volvió a colocarse tras la evacuación.

Una vez levantados los cadáveres surgió un problema. La única manera de acceder a la "noria del Pozón" es un camino que sale por la zona del cementerio, en la parte alta del barrio derecho del pueblo (el río Aliste lo parte en dos), que baja bordeando por "El Abeseo". El mal estado del camino hizo que el furgón del Instituto de Medicina Legal que evacuaba los cuerpos se quedara atrapado, por lo cual fue necesario avisar al alcalde del Ayuntamiento de San Vicente de la Cabeza, Fernando González Rodríguez. Finalmente un tractor del Consistorio consiguió sacar al furgón, que pudo realizar su camino hasta el citado Instituto de Medicina Legal, en Zamora.

El presunto homicida fue asistido legalmente en Zamora por el abogado Raúl Alonso, quien apunta a los resultados de la autopsia para determinar la identificación de los restos hallados.