La comarca de Aliste cuenta con numerosos pueblos que mantienen su fiestas patronales en sus fechas originales y propias de otoño e invierno, ante todo por tradición, pero también, por los problemas que supone tener que contratar una orquesta en la época estival. Un grupo de primera fila, que en agosto puede costar hasta 8.000 euros en noviembre o diciembre baja a 2.500. El municipio de Viñas es el único donde todos sus pueblos, cuatro, celebran las fiestas en otoño e invierno: Vega de Nuez (San Martín), Ribas (Inmaculada Concepción), Viñas (San Esteban) y San Blas (San Blas). Las celebraciones en noviembre, diciembre y febrero han traído consigo que el Ayuntamiento haya tenido que afrontar la construcción de grandes salones de servicios múltiples para desarrollar los actos. "Desde el Consistorio procuramos ayudar en la medida de los posible a los pueblos para que celebren sus festejos y unos locales adecuados eran imprescindibles pues lo normal es que haga frío e incluso llueva, hiele o nieve" afirma el alcalde Bernardo Casado. Hay dos pueblos que tienen como patrona a Santa Colomba, Moveros y Alcorcillo, lo cual supone que coinciden con la despedida del Año Viejo (31 de diciembre) y la llegada del Año Nuevo. Ceadea, aunque sus mas afamados festejos, por actos y concurrencia, tiene lugar por San Isidro, en mayo, el patrono es San Saturnino (29 de noviembre). En Brandilanes se honra a San Amaro el 15 de enero y Rabanales a San Blas el 2 de febrero. Ufones venerará a Santa Eulalia el 10 de diciembre.