El director General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, se comprometió ayer ante los representantes de las diferentes asociaciones empresariales del sector forestal a pagar "esta semana" los diez millones de euros, correspondientes al Feader, que la Junta de Castilla y León tiene pendientes de abonar. Esta determinación fue asumida en la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en Valladolid, tras una reunión mantenida con gerentes de las asociaciones forestales que, molestos con los incumplimientos del consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, habían anunciado su intención de permanecer ante su despacho "hasta obtener una respuesta positiva".

La reclamación de este dinero, tocante al conjunto regional, obedece a la situación de parálisis que sufre el sector forestal considerado como "uno de los más decisivos para la creación de empleo y calidad de vida". La realidad del impago en unos momentos tan agobiante era criticado desde la misma Asociación Nacional de Empresas Forestales que considera más que paradójico que la Consejería "defienda la importancia del sector forestal para Castilla y León al tiempo que ahoga a las empresas forestales, que constituyen el tejido productivo de la región, generando riqueza y empleo en las áreas rurales".

La situación del sector forestal zamorano, como el del resto de la comunidad, atraviesa por una penosa travesía que ha llevado a la desaparición de la mayoría de las empresas que hace menos de un lustro ocupaban a cerca de un millar de trabajadores en muy diferentes trabajos selvícolas. Eran especialmente contratadas por las diferentes administraciones o subvencionadas por las mismas. "Ahora se cuentan con los dedos de las manos, teniendo en cuenta a Tragsa, que está en múltiples trabajos, Rebofosa, y algunas empresas que vienen de León o de Salamanca", expresa uno de los supervivientes que, según precisa, ha dejado de contar con trabajadores y aguanta solo en la actividad "porque soy autónomo".

Afirma que "está todo paralizado y todavía no han empezado algunas actuaciones que deberían haber comenzado en el mes de octubre". Reitera en el grado de paralización que sufre el sector forestal, "desde hace tres años", y pone de manifiesto que "los que aguantan, de chiripa, lo hacen a base de dedicarse a podar árboles, encinas o robles, y vender luego la leña. Estamos, además, tiempo y tiempo mano sobre mano, y el 85% de las empresas zamoranas han cerrado y desaparecido".

No deja de llamar la atención que teléfonos móviles de empresas forestales que hace unos años estaban operativos han dejado de cogerse y permanecen mudos.

Reiteran que hace años "las distintas administraciones eran las máximas promotoras de obras y ahora, los que seguimos, nos dedicamos a entresacar, podar y eliminar restos". Otros se aferran a realizar cercados, cerramientos y limpiezas de fincas particulares, que no todos están por esta labor "porque a veces cuesta más el trabajo que la madera y prefieren el abandono total".

"El mundo forestal es una filantropía cuando no una auténtica ruina" expresa este empresario que, como otros del ramo, prefiere el anonimato para no quedar excluido de posibles contrataciones. Critica que la Administración no aliente las intervenciones "en un momento en que se cobra impuestos hasta por contaminar. Cobra al que mancha y no paga al que limpia ni tiene en cuenta a los municipios o señores que tienen decenas de hectáreas de arbolado que fijan el CO2".

El compromiso del pago de estos diez millones de euros supone un alivio para unas empresas que, según expresaron en Asemfo al reclamar el cumplimiento de las palabras dadas. "no pueden aguantar más y llevan más de un año esperando los pagos que les corresponden de las ayudas Feader".